Los expertos están de acuerdo: este es el mayor mito sobre el café. Cuando investigadores británicos estudiaron los niveles de fluidos en el cuerpo de 50 hombres, descubrieron que eran los mismos sin importar si bebían café o agua para hidratarse.
“Le decimos a nuestros pacientes que beban 8 vasos de líquido por día, y siempre pensamos que no deberían incluir café”, dice la doctora Halle Saperstein, del Hospital Henry Ford West Bloomfield. “Pero ahora los estudios demuestran otra cosa: sí se vale incluir al café en la dosis diaria de líquido”.
Entonces, ¿de dónde viene el mito? “La cafeína es un diurético natural, pero la cantidad que se orina no es tan significativa como creíamos antes”, dice Saperstein.
En lugar de ello, dado que tomar demasiada cafeína puede ponerte nervioso, el agua sigue siendo la mejor opción para hidratarse. Bebe café por la mañana y recurre al agua simple el resto del día.
La cafeína, un estimulante, es un ingrediente frecuente en las pastillas para perder peso, y beber una taza de café puede resultar en un breve incremento en tu metabolismo. Sin embargo, de acuerdo con Saperstein, todavía no hay pruebas de que el café ayude a perder peso.
Además, tendemos a beber café con cremas y azúcares llenos de calorías. La sugerencia de Saperstein: usar leche descremada, beber café negro en lugar de lattes (para que tomes más café que leche) y limitar la cantidad de azúcar que usas o elegir un endulzante sin calorías.
Cuando pacientes con cáncer visitan a la doctora Lindsay Malone, de la Clínica Cleveland, suelen reportarle que han dejado de tomarlo porque creen que no es saludable.
Sin embargo, de acuerdo con el Instituto Estadounidense para la Investigación del Cáncer, el café es uno de los alimentos que ayudan a combatir esta enfermedad gracias a sus altos niveles de antioxidantes. “Los antioxidantes presentes en el café protegen tus células y las mantienen saludables.
Si tienes algún daño en tu ADN, digamos, por compartir espacio con fumadores o por la contaminación en el ambiente, los antioxidantes ayudan a repararlo”.
Diversos estudios han relacionado al café con un menor riesgo de sufrir cánceres de hígado, mama, próstata y piel, entre otros.
Para la mayoría de las personas sanas, la cafeína puede provocar un aumento ligero y temporal en la presión arterial, pero a largo plazo no es dañino. De hecho, es uno de los mejores alimentos para combatir el taponamiento de las arterias.
“Los bebedores de café pueden crear una resistencia a la cafeína y no experimentar sus efectos después de beber una taza”, dice la enfermera Leigh Tracy, del Centro Médico Mercy. Pero las personas con presión arterial alta deben consultar a su médico sobre la posibilidad de limitar su ingesta.
“Quienes padecen hipertensión deberían prestar atención a cómo se sienten cuando beben café”, dice Jennifer Powell Weddig, profesora de Nutrición en la Universidad de Denver.
“Podrían descubrir que su ritmo cardiaco se eleva o notar palpitaciones”. Aunque no tengas hipertensión, sentir que tu corazón se acelera después de beberlo podría indicar que estás tomando demasiado.
Alterar el colesterol es solo una de las formas en las que tu taza diaria afecta tu cuerpo. Cafestol, uno de sus compuestos, es un estimulante potencial del alza en los niveles de colesterol LDL.
“La clave está en que solo puedes encontrarlo en la porción aceitosa del café”, dice Weddig. “Si usas un filtro de papel para prepararlo en lugar de una prensa francesa, perderás ese componente”.
Los filtros de red, como los hallados en una prensa francesa, no eliminarán el cafestol. Sin embargo, si tus niveles de colesterol LDL no son altos, Wedding considera que no tienes de qué preocuparte.
Si te sientes mal después de una noche de diversión y no quieres probar otras curas, el café podría ayudarte. “Si dormiste poco, uno de los factores que contribuyen a una resaca, el café estimulará tu sistema nervioso central y mejorará tu concentración”, dice Malone.
Sin embargo, no elimina el alcohol de tu sistema, así que puedes saltarte la taza de café posterior al festejo: no te ayudará a sentirte mejor.
Un estudio publicado en British Journal of Cancer detectó que las mujeres que bebían tres o más tazas de café al día tenían senos que eran 17 por ciento más pequeños que aquellas que bebían menos café.
Cada taza adicional aumentaba los efectos. Los investigadores afirman que demasiada cafeína puede afectar las hormonas, lo que altera el tamaño de los senos. De cualquier forma, hay que beberlo con moderación.
“Sí se harán más pequeños”, dijo la investigadora Helena Jernström de la Universidad Lund en Suecia a The Telegraph, “pero no van a desaparecer”.
Quizá tu mamá te decía esto cada vez que le pedías un traguito (y hacía bien, pues los expertos consideran que la edad ideal para empezar a tomar café es hasta los 18 años), pero no es cierto que el café interrumpa el crecimiento.
“Se ha detectado que la cafeína puede eliminar calcio de los huesos, pero los adultos mayores parecen ser más susceptibles que los jóvenes”, explica.
Pero la cantidad de calcio perdida es tan pequeña que puede compensarse con aumentar un poco el consumo de leche: dos cucharadas de leche compensan el calcio perdido por beber una taza de café.
Tomado de: rd.com, 8 Myths About How Coffee Affects Your Health—and the Truth You Need to Know
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