Diabetes y vacaciones: 6 consejos para viajar seguro y sin angustia
Los niveles de glucosa en la sangre deben mantenerse estables aun en los paseos más cortos. Una especialista en nutrición clínica, nos dice cómo lograrlo al estar lejos de casa.
Los niveles de glucosa en la sangre deben mantenerse estables aun en los paseos más cortos. Desde Winnipeg, Canadá, Jillian Paulmark, especialista en nutrición clínica y educadora en diabetes, nos dice cómo lograrlo al estar lejos de casa.
Yy guárdalo en tu equipaje de mano por si tus valijas se extravían. Los envases de insulina deben conservarse frescos, así que mételos en una hielera flexible con bolsas de gel frías.
Es fácil deshidratarse durante el vuelo o en climas cálidos, lo cual puede ser peligroso si tus fármacos te hacen orinar con mayor frecuencia con el propósito de que el organismo se deshaga del exceso de azúcar.
Si te aplicas insulina de acción prolongada todos los días a la misma hora y planeas cruzar más de tres franjas horarias en tus vacaciones, pide al médico que ajuste la dosis para evitar excesos o carencias.
Los frutos secos y las bebidas con alta concentración de nutrientes te salvarán en caso de que no te ofrezcan suficientes alimentos durante un vuelo largo. Si tu nivel de actividad física se incrementa mucho durante el viaje, deberás alimentarte más a menudo.
Las cenas abundantes disparan la glucemia y los recorridos guiados por la ciudad la dejan por los suelos. Por eso es buena idea llevar tiras de glucosa adicionales y usarlas cuando sea necesario.
Cuídate de los zapatos bonitos que causan ampollas o llagas. El calzado deportivo es más adecuado. Y no olvides revisar tus pies todas las noches. La diabetes produce lesiones en los nervios, lo que impide que notes posibles heridas.