Dieta cetogénica ayuda al control de la epilepsia
La dieta cetogénica se ha probado como parte del tratamiento en cáncer, diabetes, síndrome de ovario poliquístico y Alzheimer.
La dieta cetogénica o Keto sin duda es una de las que más polémica genera, pero ¿en qué consiste? Está basada en un consumo muy alto en grasas, bajo en carbohidratos y normal en proteínas, con un control estricto de las cantidades ingeridas.
En el ámbito científico ha sido ampliamente estudiada para el tratamiento de la epilepsia refractaria, un tipo de epilepsia que no responde a dos o más fármacos.
Estas investigaciones han demostrado que en algunos casos, gracias a este tipo de alimentación, se pueden reducir las convulsiones en más de un 50 por ciento e incluso eliminarlas en ciertos casos.
Actualmente los beneficios de la dieta cetogénica se han estudiado en el tratamiento de enfermedades como el cáncer, la diabetes, el síndrome de ovario poliquístico y la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, en estos padecimientos no se ha observado un resultado tan sólido como el que se ha observado en la epilepsia refractaria a tratamiento farmacológico.
Regularmente nuestro cuerpo funciona con carbohidratos, que se convierten en glucosa, el combustible necesario para realizar nuestras actividades diarias.
Con la dieta cetogénica se disminuye el consumo de carbohidratos y, como consecuencia, el hígado procesará la grasa para transformarla en cetonas —el combustible alternativo para el cuerpo— producido cuando escasea el suministro de carbohidratos (glucosa).
Después de seguir esta alimentación por varios días las cetonas se acumulan en la sangre. A ese estado se le conoce como cetosis.
El mecanismo exacto por el cual esta dieta controla las crisis convulsivas en la epilepsia refractaria no se ha logrado descifrar por completo, sin embargo, lo que sí se sabe es que son las cetonas en sangre las que tienen un efecto anticonvulsivo y antiinflamatorio, así que además de disminuir las convulsiones o eliminarlas, en algunos casos ofrece una mejora cognitiva del paciente.
Es importante recordar que la dieta cetogénica es muy estricta, así que debe ser personalizada. En su implementación deben participar el neurólogo, el nutriólogo y hasta la familia del paciente.