Personas mayores que siguieron una dieta mediterránea baja en calorías y realizaron ejercicio hasta seis días a la semana ganaron músculo y perdieron grasa durante un año, manteniendo esta condición durante tres años, según un estudio reciente. Además redujeron la peligrosa grasa abdominal visceral, vinculada a enfermedades como la diabetes y enfermedades cardíacas.
La investigación, que se publicó en JAMA Network Open. Sugiere que la combinación de dieta y ejercicio es una estrategia efectiva para mejorar la composición corporal en personas con sobrepeso u obesidad.
El estudio demostró que la dieta mediterránea, junto con el ejercicio, no solo provoca pérdida de peso, sino una redistribución de grasa corporal; de la grasa a los músculos. La grasa visceral, que se encuentra alrededor de los órganos en el abdomen, puede causar inflamación y enfermedades crónicas si es excesiva.
El estudio forma parte de una investigación más amplia de ocho años en España sobre el impacto de la dieta y el ejercicio en la salud cardiovascular de personas de 55 a 75 años con sobrepeso y síndrome metabólico.
Los participantes que siguieron la dieta mediterránea con reducción de calorías y aumentaron su ejercicio tuvieron resultados positivos. Aunque parte de la grasa se recuperó en los años siguientes sin apoyo dietético.
La dieta mediterránea, centrada en alimentos vegetales, aceite de oliva y limitando el azúcar y alimentos refinados, ha demostrado reducir el riesgo de diversas enfermedades.
Se basa en una cocina sencilla basada en plantas, y la mayor parte de cada comida se centra en frutas y verduras, cereales integrales, frijoles y semillas, con algunas nueces y un gran énfasis en el aceite de oliva virgen extra. La mantequilla, se consumen rara vez, si es que se consumen, y el azúcar y los alimentos refinados se reservan para ocasiones especiales.
La carne roja se utiliza con moderación, normalmente solo para dar sabor a un plato. Se recomienda comer pescado rico en ácidos grasos y omega-3. Mientras que los huevos, los lácteos y las aves se consumen en porciones mucho más pequeñas que en la dieta occidental tradicional.
La investigación subraya la importancia de mantener el apoyo y los recursos a largo plazo para ayudar a las personas a mantener un estilo de vida saludable como: comer con amigos y familiares, socializar durante las comidas, comer conscientemente las comidas favoritas, así como movimiento y ejercicio constantes.
Con información de CNN