Para no terminar empapado, con un charco dentro de casa y tu perro salpicando agua, leer esto te ayudará.
No hagas del baño un trauma
La clave para no pelear con tu perro a la hora de bañarlo es no meterlo de golpe a la tina. A menudo una mascota no conoce una bañera hasta que alguien la arroja dentro de ella y de pronto se ve con el agua hasta el cuello y cubierta de jabón. Tú también te enojarías si te hicieran eso.
Debes preparar a tu perro para su primer baño con la mayor anticipación posible. Enséñale que estar dentro de la tina es una experiencia agradable. Comienza con una bañera vacía. Si el perro es pequeño, puedes alzarlo y meterlo en ella; si es de una raza grande, anímalo a que él mismo se meta. Intenta atraerlo con su juguete favorito. Juega con él, o acarícialo y háblale con voz suave. Luego, sácalo despacio de la tina.
Unos días después repite la estrategia, pero esta vez pon un poco de agua en la bañera. En la siguiente ocasión, llénala un poco más. Mantén el agua siempre tibia para que el perro la disfrute. Cuando puedas mojar a tu mascota por completo sin que proteste, ¡estará lista para la hora del baño! O casi lista…
Algunos preparativos
Antes de darle a tu perro su primer baño completo, cepíllale el pelo para desenredarlo; de lo contrario, todos los nudos se harán más apretados cuando le mojes el pelo. Luego, asegúrate de tener a la mano la toalla que usarás para secarlo; ir a buscar una cuando tu mascota ya está dentro de la tina puede convertirse en un drama, sobre todo si está tratando de huir.
Lávale todo el cuerpo
No dejes sucias las partes de difícil acceso. Si te limitas a tallar el lomo y los costados, tu mascota no quedará completamente limpia. Necesitas lavar muy bien el vientre y la totalidad de las patas, que es donde se acumula más suciedad. Lávale también la cabeza, la cara, las orejas y la cola.
Evita que se te eche encima
Si el perro se pone nervioso y trata de echar a correr, debes mantener la calma y ser firme a la vez. No alces la voz; si lo haces, sólo reforzarás su ansiedad. Continúa el baño y háblale con voz tranquila. En cuanto el perro se haya calmado, dale una palmadita, e incluso puedes premiarlo con comida al final del baño.
Los toques finales
Al secar a tu mascota, evita frotarle el pelo con la toalla; eso sólo hace que se le enrede, sobre todo si es largo. Es mejor que hagas un poco de presión con la toalla en todo el cuerpo hasta
eliminar por completo el exceso de humedad. Por último, cepíllale el pelo otra vez. Así podrás salir a dar un paseo y disfrutar la compañía de un perro limpio y contento.
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