Doctor pierde dedos, piernas y parte de su cara porque su perro lo lamió
Estaba jugando con su perro, quien lo lamió en un pequeño arañazo que tenía en su mano. No se imaginó lo que sucedería dos semanas después.
Jaco Nel, doctor británico, perdió sus piernas, dedos y parte de su cara por una lamida de su perro, que lo contagió de una extraña enfermedad.
El doctor explicó que estaba jugando con su perro Harvey, de raza coker spaniel, cuando notó un pequeño arañazo en su mano, mismo al que el can le dio una lamida.
Al ver la herida, Nel la limpió y desinfectó, pero no se imaginó lo que estaba por suceder solo dos semanas después: la saliva de su perro le provocó un septicemia (una enfermedad que mata más personas que el cáncer), que es la principal causa de muerte por infección en el mundo.
Aunque el doctor no falleció, sí perdió las piernas, dedos y quedó desfigurado de la boca y nariz, causándole problemas para hablar.
“Me debí de enfermar mucho porque me sentía confundido y desorientado. No escuchaba el teléfono cuando me buscaban al faltar al trabajo. Al final del día, mi pareja vino a casa y me encontró en un estado terrible. Ella llamó a los servicios de emergencia y se portaron genial: inmediatamente se dieron cuenta de que era septicemia y empezaron a tratarme de urgencia allí mismo” dijo Jaco Nel a la BBC.
Jaco platicó que otro de los síntomas que sintió fue la falla de sus riñones, por lo que le hicieron un diálisis por dos meses y también estuvo en coma por cuatro o cinco días después de llegar al hospital.
“Supe desde casi el principio que acabaría perdiendo las piernas y los dedos, pero no estaba seguro de lo que le pasaría a mi cara. Perdí la punta de la nariz y mis labios tienen cicatrices. Me cuesta hablar y también tengo dificultades para comer“, detalló el doctor.
Después de cuatro meses en el hospital al doctor Jaco le amputaron las piernas, por lo que tuvo que aprender a caminar de nuevo con la ayuda de prótesis.
Además del dolor y cambio corporal, Jaco Nel tuvo que experimentar procesos complicados emocionales, entre los cuales estuvo la decisión de sacrificar a Harvey, su perro.
La decisión sobre la mascota de Nel se tomó para prevenir que pudiera infectar a otra persona, ya que el perro tenía una infección que no se podía curar.
De acuerdo a la BBC, identificar un caso de septicemia es complicado, pues los primeros síntomas varían mucho y se pueden confundir con enfermedades menores, como una gripa, tal y como sucedió con el doctor Nel.
Con información de Televisa