Dolor y emociones: lo que no dices, tu cuerpo lo manifiesta
¿Sabías que el dolor emocional tiene relación con el dolor físico? La tristeza, decepción o angustia pueden generar algunos dolores físicos como dolores de cabeza, pecho y musculares.
A lo largo de la vida, todos experimentamos emociones difíciles, como tristeza, decepción y angustia. Estas emociones pueden dejarnos con un sentimiento de dolor interno o cicatrices internas, que conocemos como dolor emocional.
La mente y el cuerpo interaccionan de una manera tan poderosa que ambos pueden afectar a la salud de una persona. El dolor emocional, aunque es abstracto, puede manifestarse en formas físicas en el cuerpo. Pero ¿qué es y cómo se manifiesta en nuestro cuerpo?
Este tipo de dolor se deriva de experiencias desgarradoras: pérdida, desamor, rechazo, trauma o arrepentimiento. En términos de neurociencia, su impacto no dista mucho del dolor físico. De hecho, los estudios han demostrado que el cerebro procesa ambos tipos de dolor en regiones similares. Por eso, al experimentar desamor, por ejemplo, se puede sentir un “golpe” en el estómago o una sensación de “presión” en el pecho.
El dolor emocional es siempre esa herida interna que, de no gestionar de forma adecuada, puede traducirse a su vez en enfermedades. Es lo que llamamos “somatizar”, es decir, cuando un problema emocional nos supera, todo nuestro organismo sufre las consecuencias hasta el punto de sufrir varias dolencias, tal y como sugiere este estudio realizado por el Dr. J. Américo Reyes-Ticas.
Si bien el dolor emocional es, por definición, una experiencia psicológica, puede manifestarse de maneras muy físicas. Estos son algunos ejemplos de cómo nuestro cuerpo refleja este tipo de dolor:
Gestionar el dolor emocional no es tarea sencilla, pero existen múltiples vías para abordarlo:
El dolor emocional es una parte innata de la experiencia humana, pero no tenemos por qué soportarlo solos ni dejar que se convierta en un obstáculo permanente. Si comprendemos cómo se manifiesta en nuestro cuerpo y ponemos en práctica mecanismos de afrontamiento, podemos descubrir vías hacia la recuperación emocional y el bienestar. Recuerda: buscar siempre ayuda y dar prioridad a tu salud emocional.
Con información de Boletín Prensa Dolo-Neurobión