Dos mujeres con parálisis vuelven a hablar gracias a la neurociencia y a la AI
Estos avances son prometedores y aunque aún se encuentran en una etapa de concepto y requieren más entrenamiento, plantean un rayo de esperanza para las personas afectadas por la parálisis.
De acuerdo a una publicación de la revista Nature, dos equipos de investigación distintos de la Universidad de Stanford y de las universidades UC San Francisco y UC Berkeley. Ambas han presentado estudios pioneros que utilizan interfaces cerebro-ordenador (BCI) para traducir las señales cerebrales en palabras y frases, permitiendo a los pacientes con algún parálisis “hablar” a través de un avatar digital hecho para cada una de los pacientes.
El primer estudio
En el estudio de Stanford, la paciente Pat Bennet, una mujer de 68 años que fue diagnosticada con ELA (esclerosis lateral amiotrófica) en 2012. De las distintas manifestaciones de la enfermedad, a Bennet le tocó una versión que le ha permitido seguir moviéndose, pero le arrebató el habla. Aunque su cerebro no tiene dañada la capacidad para generar el lenguaje, los músculos de sus labios, su lengua, su laringe o su mandíbula no le dejan decir nada.
A Pat se le implantaron electrodos en el cerebro en áreas relacionadas con el habla. Utilizando un algoritmo de inteligencia artificial (IA) y un extenso entrenamiento, lograron traducir la actividad cerebral asociada con el intento de hablar en palabras y frases, a una velocidad de alrededor de 68 palabras por minuto. Te podría interesar leer Una persona con parálisis logró caminar gracias a novedoso implante
El segundo caso
En el estudio de UC San Francisco y UC Berkeley, se colocaron electrodos en el cerebro de una paciente con una profunda parálisis. Mediante la identificación de patrones cerebrales cuando el paciente deseaba comunicarse, lograron asociar esas señales con expresiones faciales y habla sintetizada en un avatar digital. La velocidad de comunicación alcanzó las 78 palabras por minuto.
Ann, de 47 años, es ahora capaz de hablar, fruncir el ceño o expresar sorpresa mediante un avatar digital que traduce los impulsos de un implante en su cerebro.
Ann sufrió un derrame cerebral cuando tenía 30 años, que la dejó gravemente paralizada, haciéndole perder el control de todos los músculos del cuerpo. Tras años de fisioterapia, consiguió mover algunos músculos faciales y podía sonreír o llorar, aunque no podía hablar.
¿Qué pasará?
Según el equipo de investigación de la Universidad de California, es la primera vez que se sintetizan el habla o las expresiones faciales a partir de señales cerebrales.
Su técnica utilizó un punto de la superficie cerebral de Ann asociado con el habla y el lenguaje, implantado con 253 electrodos capaces de captar señales neuronales de numerosas neuronas.
«Creo que ustedes son increíbles»,A través de un avatar digital proyectado en una pantalla, Ann habló por primera vez en 18 años. El año pasado, los médicos le implantaron un chip cerebral y un puerto en la memoria de la cabeza que sustituyó al antiguo. Esto facilitó el uso de un cable para conectarse a un grupo de ordenadores y transmitir las señales de su cerebro.
Esta tecnología como esperanza para otras personas con parálisis
A pesar de que las tasas de error en vocabularios extensos aún no son insignificantes, estos estudios representan mejoras significativas en comparación con intentos anteriores. Según los investigadores, la tecnología existente alcanza una velocidad de entre 5 y 15 palabras por minuto, mientras que una conversación normal ronda entre 150 y 250 palabras por minuto.
Aunque estos prometedores avances están todavía en fase conceptual y requieren más formación, ofrecen un atisbo de esperanza para las personas afectadas por parálisis. Sin embargo, aún quedan retos por abordar.
La revolución de la inteligencia artificial
El sistema también convierte las señales cerebrales de la persona con parálisis en movimientos faciales del avatar digital. Así, mientras habla, la animación puede apretar los labios, fruncir la frente o abrir la boca sorprendida, para corresponder con lo que está diciendo. No basta con pensar en algo: la persona tiene que intentar hablar para que el sistema lo capte, explican los investigadores.
Estos avances no sólo proporcionan voz a quienes la han perdido, sino que también marcan el comienzo de una nueva forma de comunicación y conexión con el mundo para las personas con limitaciones físicas.