El eccema dishidrótico es una afección cutánea que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la padecen. Caracterizado por la aparición de ampollas llenas de líquido en las manos y los pies, este tipo de eczema suele ser doloroso y puede generar incomodidad y frustración. Según estudios, representa entre el 5 % y el 20 % de los casos de eczema en las manos, lo que lo convierte en un problema común que merece atención.
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La piel seca, agrietada y con picazón es solo una parte del desafío; los brotes pueden ser impredecibles y, a menudo, se ven exacerbados por factores como el estrés, la exposición a metales y ciertas condiciones ambientales. Sin embargo, hay buenas noticias: existen estrategias de tratamiento eficaces que pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir futuros episodios. En esta guía, exploraremos las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento del eczema dishidrótico, así como consejos prácticos para manejar esta afección y mejorar tu bienestar general.
Los síntomas del eccema dishidrótico pueden ser incómodos y perturbadores. Los más comunes incluyen:
Aunque la causa exacta del eccema dishidrótico no se conoce, varios factores pueden contribuir a su aparición:
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El tratamiento del eccema dishidrótico puede variar según la gravedad de los síntomas. A continuación, se detallan algunas de las opciones más efectivas:
Los corticosteroides tópicos son el tratamiento de primera línea. Medicamentos como la betametasona y el clobetasol ayudan a reducir la inflamación y la picazón. También se pueden utilizar inhibidores tópicos de la calcinurina, como el pimecrolimus y el tacrolimus, que son útiles en casos de eczema moderado a severo.
En casos más graves, un dermatólogo puede recetar medicamentos orales como corticosteroides o inhibidores orales de Janus quinasa (JAK), como el upadacitinib y el baricitinib. Dupilumab, un medicamento inyectable, también se utiliza para tratar el eczema.
La fototerapia, que implica la exposición controlada a la luz ultravioleta, puede ser beneficiosa para algunos pacientes, ayudando a reducir la inflamación y el picor.
Si hay sospecha de infección en la piel, se pueden prescribir antibióticos para tratar la infección y prevenir complicaciones.
Además de los tratamientos, es crucial adoptar medidas preventivas para minimizar la aparición de brotes:
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Algunos remedios caseros pueden ofrecer alivio adicional:
El eccema dishidrótico también puede afectar los pies, con síntomas similares. Para manejar esta condición en los pies, considera:
El eccema dishidrótico puede ser una afección desafiante, pero con un enfoque adecuado en el tratamiento y la prevención, es posible controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Si experimentas síntomas persistentes, es recomendable consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico y tratamiento personalizados. Recuerda que cada persona es diferente, y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro; la clave está en la paciencia y el autocuidado.
Con información Harvard Health Publishing