Edulcorantes: su función es endulzar sin calorías, no controlar peso

Al respecto de la reciente publicación del estudio encargado por la Organización Mundial de la Salud que aborda el uso de los edulcorantes no calóricos y reafirma su seguridad; el Consejo Latinoamericano de Información Alimentaria (CLIA) insta a la opinión pública a que hagan uso de los edulcorantes como lo que son: sustancias que tienen como única función endulzar alimentos sin aportar calorías, y no como un método para bajar de peso.

De acuerdo con Rebeca López-García, doctora en Toxicología y miembro de la red de especialistas de CLIA, los edulcorantes son aditivos alimentarios cuya función tecnológica es la de aportar sabores dulces.

Para que puedan ser utilizados en alimentos y bebidas son sometidos a un riguroso proceso de evaluación donde se establece que no causan efectos negativos en la salud. Asimismo, al ser aditivos y no fármacos, tampoco causan efectos positivos en la salud.

“Por si solos, los edulcorantes no calóricos no generan pérdida de peso, pero sí pueden ser utilizados como herramientas para reemplazar azúcares integradas en una dieta balanceada, un estilo de vida saludable y actividad física; entonces ahí sí se refleja un cambio saludable en el cuerpo”, declaró.

La especialista aseveró que los edulcorantes por sí solos no proporcionan beneficios al cuerpo, porque de ser así, se considerarían como medicamentos y no como alimentos.

El análisis entregado a la OMS titulado“Association between intake of non-sugar sweeteners and health outcomes: systematic review and meta-analyses of randomised and non-randomised controlled trials and observational studies”, incluyó un total de 56 estudios en adultos y niños, el cual reveló el impacto de los edulcorantes no calóricos aprobados, confirmando así la seguridad de estos al demostrar que no existe relación con enfermedades como el cáncer y padecimientos renales.

También concluyó que el uso de edulcorantes no calóricos en adultos genera un efecto ligeramente benéfico en la pérdida de peso; en los niños, el efecto es nulo o poco claro, aunque en este caso, no se busca una reducción de peso dado que están en etapa de crecimiento.

“El cambio en los hábitos de consumo por razones de salud ha provocado una transformación en la alimentación de la población, que busca cada vez más alimentos que proporcionen un sabor dulce, pero sin calorías; por eso no hay que confundir al consumidor, más bien orientarlo con información completa y fidedigna”, concluyó Rebeca López.