La parte más difícil de solicitar un nuevo empleo es tener que explicar por qué dejamos el anterior. Éstos son algunos argumentos tomados de cartas de presentación que no ayudaron en nada
a los aspirantes:
• “Mi jefe pensó que yo podría estar mejor en otro sitio”.
• “La compañía me usó como chivo expiatorio, al igual que mis tres empleadores previos”.
• “Nota: favor de no malinterpretar mis 14 empleos como ‘inestabilidad laboral’. Jamás he renunciado a un trabajo”.
• “Las responsabilidades me ponen nervioso”.
El cliente tiene la razón
Mientras estaba yo en una tienda, un vendedor de aspiradoras se acercó a mí con un cuestionario en la mano.
—¿Compraría nuevamente nuestro producto, o aún no ha tomado la decisión? —me preguntó.
Yo había tenido algunos problemas con mi aspiradora, de manera que le respondí:
—Su producto es de muy mala calidad. No sé si presentar una queja a la policía o enviarla a la oficina de defensa del consumidor.
Sin titubear, el vendedor escribió en el cuestionario: “Indeciso”.
Hemanth Kumar, India
Soy agente de investigación de delitos, y cierta vez que estaba haciendo pesquisas sobre un caso, visité a una mujer mayor. Cuando le mostré mi identificación, ella la tomó y revisó detenidamente la foto. Luego me devolvió la tarjeta y dijo:
—Jamás he visto a ese hombre.
Bryan Hammon, Reino Unido
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