Muchos son los mitos que existen en torno al consumo de la leche, por lo que surge la duda de si es bueno tomarla o no; sin embargo, su consumo es seguro y recomendable, siempre y cuando este pasteurizada y se opte por la presentación que más convenga a cada persona, señala Francisco Monroy, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM.
La leche y sus derivados contienen múltiples nutrientes que aportan requerimientos nutricionales como proteínas, calcio, magnesio, fósforo, potasio, zinc, selenio, vitamina A, riboflavina, vitamina B12 y ácido pantoténico
La leche baja en grasa disminuye el riesgo de padecer:
Investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Lausana detallan en un estudio que la molécula nicotamida ribosa, presente en la leche es capaz tanto de prevenir la diabetes como el sobrepeso.
La anemia se produce cuando los niveles de glóbulos rojos en la sangre son bajos o no son lo suficientemente sanos como para suministrar oxígeno a los tejidos corporales.
La leche ayuda proveer de suficiente hierro, mineral esencial para la producción de los glóbulos; además, fortalece el sistema inmunológico.
Esta enfermedad, que afecta la producción de la densidad de masa ósea, debilitando y adelgazando los huesos, es común en adultos mayores, aunque no exclusivo. El consumo frecuente de leche aporta calcio para fortalecer el tejido óseo.
Un estudio de American Cancer Society’s Cancer Prevention, basado en el análisis de la dieta, historial médico y estilo de vida de más de 120,000 hombres y mujeres, reveló que el consumo de calcio, tanto por la dieta a base de lácteos como por el uso de complementos, genera un riesgo modestamente reducido de padecer cáncer colorrectal si se compara con personas que tienen consumos más bajos.
Este padecimiento se da cuando un grupo de afecciones pueden propiciar y desarrollar enfermedades cardiacas y diabetes tipo 2. La ingesta de productos lácteos bajos en grasa reduce significativamente el riesgo de sufrirlo, por lo que se descarta que por sí mismo influya en desarrollar enfermedades cardiovasculares.
El consumo moderado y adecuado, tanto de la leche como de los productos lácteos en general durante las diferentes etapas de la vida, sugiere un efecto protector hacia estas enfermedades, muchas de ellas crónicas, por lo que no está demás incluirlo en la dieta diaria.
Es decir, la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) es consumir por lo menos 500 mililitros de leche al día, pero en nuestro país solo se consumen alrededor de 340 mililitros, ¿cuánta leche consumes tú?
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