Salud

El consumo excesivo de paracetamol puede dañar tu hígado

¿Eres de los que toman paracetamol de forma regular para tratar dolores y fiebre sin prescripción médica? Si es así, debes tener en cuenta que su mal uso puede tener graves consecuencias para tu salud hepática.

El paracetamol es uno de los medicamentos más utilizados en todo el mundo para tratar el dolor y la fiebre. Es un fármaco seguro y efectivo si se toma de forma adecuada y bajo supervisión médica. Sin embargo, su mal uso puede provocar daños irreversibles en el hígado, incluyendo la insuficiencia hepática. Por esta razón, es importante conocer los riesgos asociados al uso del paracetamol y cómo evitarlos.

¿Qué es el paracetamol?

El paracetamol es un analgésico y antipirético que se utiliza para tratar dolores leves y moderados, así como la fiebre. Es un medicamento de venta libre que se encuentra en numerosas marcas comerciales, tanto genéricas como de marca. También se utiliza en combinación con otros medicamentos para tratar el dolor, como los opioides

¿Intoxicación por paracetamol o efecto adverso?

Dentro de esto, tenemos dos situaciones. Una cuestión es intoxicarse con paracetamol, de manera aguda, por tomar en poco tiempo elevadas cantidades del principio activo; y otra muy distinta es acumular miligramos y miligramos por semanas, hasta afectar el hígado.

Según datos difundidos por el Centro de Investigación CICbioGUNE, en Estados Unidos hay 60 millones de personas que consumen paracetamol en una semana. Al año, se registran 30 000 casos de ingresos hospitalarios por daño hepático ocasionado por una sobredosis del fármaco.

Hablamos de una intoxicación aguda por paracetamol, capaz de dañar al hígado, cuando una persona consume más de 150 miligramos (mg) por kilogramo (kg) de peso en un solo día. Esto equivale a un promedio de 8 gramos (g) del medicamento para un adulto de peso normal.

El efecto adverso en el hígado, que sucede a lo largo de varios días, sería una intoxicación crónica o continuada. Para ello, se estima que un adulto debe consumir la dosis tóxica que ya mencionamos, al menos por 4 jornadas.

Síntomas de la intoxicación por paracetamol

Los síntomas de la intoxicación aguda o de la continuada son inespecíficos. En general, la persona atraviesa 4 fases, como detalla una publicación de US Pharma:

  • Primera fase: náuseas, vómitos y malestar general.
  • Segunda fase: comienza el daño hepático. En general, 24 horas tras haber alcanzado la dosis tóxica. Casi no hay síntomas y desaparecen los que estaban de la primera fase. Sin embargo, si se realiza un estudio de laboratorio, ya se observan alteraciones sanguíneas referidas al hígado.
  • Tercera fase: náuseas, vómitos, ictericia (color amarillento de piel y mucosas), insuficiencia hepática con problemas de coagulación y encefalopatía, así como insuficiencia renal.
  • Cuarta fase: se ingresa al coma hepático, con serio riesgo vital.

¿Cómo evitar que el paracetamol pueda dañar tu hígado?

El acetaminofén puede iniciar un daño en el hígado con 4 gramos que tomemos al día, según detallan en Statpearls. Esto quiere decir que la presentación de 1 gramo, de venta libre, no debería ingerirse con una frecuencia menor a un comprimido cada 6 horas.

De más está decir que este es el consejo principal para evitar que el paracetamol pueda dañar tu hígado. ¡No superes los 4 gramos diarios! Pero veamos más acciones que podemos tomar.

Lee las etiquetas para conocer los principios activos

Según un artículo de los Archivos de Toxicologíamuchas intoxicaciones por paracetamol ocurren al combinar fármacos. Es decir, por ingerir diferentes presentaciones comerciales, en las que cada comprimido o jarabe viene con alguna dosis de acetaminofén.

Es algo frecuente en las épocas de resfriados y gripes. Las personas tienden a combinar antigripales que incluyen tres o hasta cuatro principios activos diferentes.

Si dos de ellos poseen paracetamol en su composición, tenemos más riesgo de una sobredosis. En primer lugar, se hace indispensable leer las etiquetas. Pero más aún, sería prioritario no automedicarse.

2. Compra paracetamol de dosis regulares para evitar dañar tu hígado

Los comerciales y el marketing farmacéutico concentran sus esfuerzos en promover principios activos con mayor dosis que la recomendada. Por ejemplo, el ibuprofeno de 600 mg o el paracetamol de 1000 mg.

La verdad es que puedes comprar paracetamol de 500 mg, el de siempre, el habitual, y obtener los mismos resultados analgésicos. Solo se necesitan dosis superiores cuando un médico considera que el cuadro clínico lo amerita. Quizás un dolor recurrente por una patología crónica de difícil abordaje.

Esta sencilla medida reduce las posibilidades de sobredosis. Necesitarías 8 pastillas de paracetamol de 500 mg al día para llegar a los 4 g del límite seguro. En cambio, con la otra presentación solo necesitas 4 comprimidos en un día.

3. Aumenta la precaución si cursas una situación especial

Hay determinadas condiciones y características que hacen que una persona sea más susceptible a la intoxicación con paracetamol:

  • Consumo de alcohol: sabemos por datos científicos que aquellos que toman alcohol de manera crónica y continuada, tienen un riesgo mayor de daño hepático cuando usan paracetamol.
  • Edad avanzada: con el envejecimiento aumenta la polifarmacia. Esto significa que se reciben diferentes prescripciones y combinaciones para las patologías que se padecen. Un texto de Medical Clinics remarca que los adultos mayores medicados para dolores crónicos se hallan en mayor riesgo de sobredosis con acetaminofén.
  • Desnutrición o malnutrición: las personas desnutridas o con trastornos de la conducta alimentaria, activan mecanismos de compensación en su hígado. Esto hace que el órgano se halle expuesto al daño por fármacos con mayor facilidad, como se relata en los estudios científicos.

Como todo medicamento, el acetaminofén no está exento de efectos adversos. Sin embargo, resulta un analgésico muy seguro cuando se emplea en las dosis recomendadas.

Y lo más importante ¡No te automediques! Consulta con un médico para recibir la cantidad de prescripción adecuada y evitar las intoxicaciones.

Lilo

Comunicóloga por la UNAM. Redactora de temas de bienestar general. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly. Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.

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