El coronavirus revolucionó al mundo y estará por largo tiempo
Al igual que otras pandemias, el coronavirus generó ya importantes cambios en las relaciones y acciones no solo de las personas, sino de las instituciones.
“En algunos países la pandemia del coronavirus está en su fase preliminar, en otros hay rebrotes… queda mucho por hacer aún y el virus estará con nosotros durante largo tiempo” advirtió el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Tras subrayar que el mundo se acerca a los 2,5 millones de casos y que ya ha superado las 160,000 fallecidos, Tedros afirmó que las medidas de distanciamiento social “han logrado con éxito frenar los contagios en muchos países, pero el virus sigue siendo muy peligroso”.
Haciendo un análisis en retrospectiva, Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo que su organización declaró la emergencia en el momento adecuado (30 de enero). El comentario es una respuesta a Estados Unidos, quien acusó a la OMS de una excesiva benevolencia con Pekín. “El mundo tuvo suficiente tiempo para responder a esta emergencia sanitaria” aseguró.
Hoy la OMS puntualizó que la mitad de los 110,000 fallecidos reportados por Covid-19 en Europa fueron adultos mayores que residían en asilos, hecho que calificó como “tragedia humana inimaginable”.
Hans Kluge, director para Europa de la OMS, dijo que ese dato deja en claro que la atención de los adultos mayores “ha sido olvidada en Europa por largo tiempo”, lo que podría evitarse con algunas mejoras.
Y así como habrá que implementar cambios en la atención a los grupos más vulnerables, investigadores de la Universidad de Harvard —quienes simularon la trayectoria de la pandemia— dijeron que un confinamiento único no detendrá al nuevo coronavirus, así que se requerirán periodos repetidos de distanciamiento social hasta 2022 para evitar que los sistemas de salud colapsen.
A menos de que una vacuna se vuelva accesible de manera fácil y rápida, un confinamiento único no detendrá al coronavirus Covid-19, y se requerirán períodos repetidos de distanciamiento social en 2022 para evitar que los hospitales se vean abrumados por una “segunda ola” de la enfermedad.
“Lo que parece ser necesario en ausencia de otro tipo de tratamientos son los períodos intermitentes de distanciamiento social” explicó el autor principal Stephen Kissler.
La revista Science publicó el 14 de abril este estudio realizado mediante simulaciones computarizadas cuando varios estados de la Unión Americana empiezan a relajar las medidas restrictivas radicales, a pesar de que el país está en el pico más alto de número de casos de Covid-19.
El estudio realizado por los investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard informa que este virus se volverá estacional —como los Coronavirus que causan el resfriado común— y que probablemente su tasa de transmisión más alta ocurra en los meses invernales.
Calificada como una de las mayores pandemias de los últimos 100 años, el Coronavirus originado en la ciudad china de Wuhan a mediados de diciembre de 2019 ha ocasionado que desde algunas semanas se eleven voces que claman por cambios de paradigmas tanto para los gobiernos como para los habitantes del planeta tras la crisis del Covid-19.
El académico chileno Andrés Gómez, director del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, comentó que al igual que otras pandemias desarrolladas anteriormente, el Coronavirus ha generado ya importantes cambios en los lazos, relaciones y acciones no solo de las personas, sino de las instituciones, las cuales han tenido que trabajar de manera más articulada.
“Las consecuencias son muy diversas desde la transformación en ciertas prácticas sociales a evidentes cambios en la estructura social. Unas deseables como la evolución de los sistemas sanitarios, otras no tanto como el cierre de comunidades higiénicas que no permiten a otros la entrada y, por tanto, el acrecentamiento de fronteras internas a la sociedad. Estas pandemias suelen dejar espacios propicios para nuevas formas de gobierno de poblaciones, la sensación de indefensión acrecienta o transforma los limites conocidos de la comunidad” dice el académico.
La pandemia de coronavirus Covid-19 debería ser una oportunidad para construir una “economía diferente, una en la que las finanzas y las acciones impulsen empleos sostenibles, el crecimiento verde y una forma distinta de vida” precisa la directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Inger Andersen.
Ante esta turbulencia se requerirá una respuesta nunca vista: un plan de “tiempos de guerra” para enfrentar una crisis humana. Y a medida que se rebase esa respuesta de “tiempos de guerra” a la etapa de “reconstruir mejor”, debemos tener en cuenta las señales ambientales y lo que significan para nuestro futuro y bienestar, porque el Covid-19 no representa en absoluto algo prometedor para el medio ambiente.
La pandemia también provocará un aumento en la generación de desechos médicos y peligrosos, destacó Inger Andersen.
Esta crisis pone de manifiesto el alcance de las desigualdades sociales y la enorme tendencia a la concentración de la riqueza que existe en el planeta, que si bien no es una novedad, si obliga a la reflexión sobre cómo cambiar esas situaciones.
“El coronavirus no afecta por igual a todos y todas, pues llegó después de un modelo económico y político de más de 30 años que ha generado gran desigualdad social y económica, aumentado la pobreza, deteriorado los sistemas de seguridad social, de salud y de educación; ha privatizado servicios básicos, generado empleos precarios, aumentado la informalidad e incrementado la migración del Sur al Norte” puntualiza el Mtro. David Fernández Dávalos, rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
“La pandemia del coronavirus trajo consigo una posibilidad que pocas veces se presenta en la historia, la de reflexionar, de reanudar el camino”.