El cruel negocio del entretenimiento con delfines

En su ambiente natural los delfines nadan libremente, pero en los tanques solo pueden hacerlo en un espacio 200 mil veces más pequeño que en los océanos, expuestos a infecciones y químicos y normalmente drogados para poder soportar el cautiverio. La ansiedad y el estrés pueden causar automutilación y los puede volver agresivos. Esta industria deja ganancias que van desde de 1.1 a 5.5 mil millones de dólares.

Un nuevo reporte global de World Animal Protection revela que el entretenimiento con delfines es una industria multimillonaria que está siendo disfrazada como actividad familiar inocente, la cual atrae a miles de turistas que, por desconocimiento, siguen aportando a esta industria siniestra.

Millones de amantes de los animales cada año son convencidos que estos espectáculos con delfines y las experiencias vendidas por los grandes del turismo son libres de crueldad, educacionales y en beneficio de la conservación. Pero esto no podría estar más alejado de la realidad. La industria está recibiendo miles de millones de dólares gracias a la captura cruel de delfines que son usados para el entretenimiento.

El reporte ‘Behind the Smile (Detrás de la Sonrisa en español) es la evaluación más completa sobre la situación de los delfines en cautiverio hecha hasta la fecha, revela que en 54 países existen 336 lugares que usan a los delfines como entretenimiento. Algunas de estas naciones son Estados Unidos, México, el Caribe y China, los cuales reúnen la mayor cantidad de delfines en cautiverio, con un total de 3,029.

Estos delfines en cautiverio generan anualmente la asombrosa suma de 1.1 a 5.5 mil millones de dólares para los propietarios del lugar, sin incluir los ingresos adicionales que reciben por venta de souvenirs, comida y alojamiento.

El entretenimiento con delfines es crueldad animal disfrazada como actividad familiar. Así sean reproducidos en cautiverio o capturados de su ambiente natural y separados de sus madres.

Los delfines han sido, y siguen siendo, extraídos de la naturaleza de las aguas alrededor de Cuba, Japón, República Dominicana, Haití, México, Islas Salomón y África occidental por nombrar solo algunos lugares.

Más del 60 por ciento de todos los delfines en cautiverio a nivel mundial se encuentra en cinco países: China (23 por ciento), Japón (16 por ciento), Estados Unidos (13 por ciento), México (8 por ciento) y Rusia (5 por ciento). Sin embargo, considerando las regiones geográficas, en México, el Caribe, Bahamas y Bermudas se encuentra aproximadamente uno de cada cinco delfines en cautiverio a nivel mundial y, por tanto, son puntos de actividad importante para la industria.

Con estos números en la mano está claro por qué esta industria está desesperada por engañar al público para proteger los miles de millones de dólares recibidos a expensas de estos animales. El sufrimiento inherente se asocia con todas las etapas de la vida de los delfines en cautiverio; aunque los delfines parecen sonrientes y felices, experimentan estrés y sufrimiento en cada etapa de sus vidas.

En su ambiente natural, los delfines nadan libremente a lo largo de 100 km2, e incluso más. Pero en los tanques de concreto solo pueden hacerlo en un espacio 200 mil veces más pequeño que en los océanos, expuestos a infecciones y químicos y normalmente drogados para poder soportar el cautiverio. Tristemente solo pueden nadar en pocos metros. La ansiedad y el estrés pueden causar automutilación y los puede volver agresivos.

“El entretenimiento con delfines es crueldad animal disfrazada como actividad familiar. Así sean reproducidos en cautiverio o capturados de su ambiente natural y separados de sus madres, estos animales inteligentes y sociables están siendo condenados a una vida en prisión y reducidos a animales que realizan trucos a cambio de comida. Para un animal salvaje como un delfín, una expectativa de vida en una alberca no es una vida, es una sentencia a cadena perpetua: debemos hacer de esta, la última generación de delfines en cautiverio” dijo Nick Stewart, jefe global de la Campaña de Delfines de World Animal Protection.

Las compañías que venden boletos para este tipo de espectáculos están lucrando con el sufrimiento de estos animales, y la ambiciosa industria de los delfines ha creado una red de mentiras para dejarse ver como cuidadores, más no como captores.

“Las principales agencias de viajes como Virgin Holidays, TripAdvisor, British Airways Holidays, Booking.com y otras ya han dado un paso adelante y liderado procesos para cortar alianzas con estos lugares. Ahora es tiempo para que otras empresas sigan este ejemplo. Es por eso que estamos haciendo un llamado para que todas las compañías de viajes terminen con la venta y promoción de espectáculos con delfines y de esta forma podamos terminar con su sufrimiento de una vez por todas” puntualizó Stewart.

El sufrimiento inherente se asocia con todas las etapas de la vida de los delfines en cautiverio; aunque los delfines parecen sonrientes y felices, experimentan estrés y sufrimiento en cada etapa de sus vidas.

Estos lugares de entretenimiento promueven el rescate y la rehabilitación de delfines y afirman impulsar los esfuerzos de conservación. De hecho, tan solo entre un 5 y un 10 por ciento de los zoológicos, delfinarios y acuarios están involucrados en esfuerzos sustanciales de conservación, y el dinero gastado en esto es a menudo menos del 1 por ciento de las ganancias obtenidas.

Los delfines criados en cautiverio no están en peligro de extinción, y no son liberados a la naturaleza, sino que se utilizan únicamente para mantener la población en cautiverio, lo que convierten estas afirmaciones de conservación de la industria en una burla.

La industria también menciona las oportunidades educativas como una razón para el cautiverio continuo de los delfines. Sin embargo, animar a los visitantes a ver delfines en pequeños y estrechos tanques ofrece poca información sobre la vida compleja de los delfines en un entorno natural.

Día a día los delfines se usan como tablas de surf en vivo, se enfrentan a grandes multitudes con música a todo volumen y ovaciones, soportan una corriente interminable de turistas que buscan la selfie perfecta. Esto no es educación, ni es entretenimiento humanamente responsable.

World Animal Protection está pidiéndole a las personas que se unan al movimiento para hacer un llamado a que las agencias de viajes terminen con la venta y promoción de lugares que usan delfines para el entretenimiento, de modo que podamos asegurarnos de que esta sea la última generación de delfines en cautiverio.

Eliesheva Ramos

Como periodista tengo la misión, parafraseando al intelectual español Julio Anguita, de perturbar, de agitar el cerebro, de mover las conciencias. Para lograr esos objetivos me aferro al abecedario como otros se aferran al escapulario. Me especializo en notas de salud, bienestar, estilo de vida, gastronomía y viajes.

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