La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo. Siempre está expuesta y por lo tanto necesita de cuidados extra que la protejan de cualquier amenaza que pueda llegar a afectarla.
El consumo diario o regular de alimentos procesados o ricos en grasa harán que nuestra piel sufra alteraciones, por eso la Asociación Mexicana de Dermatología (AMD) hace hincapié en que es importante revisar que nuestra dieta sea la adecuada a las necesidades de nuestro organismo; la piel, el cabello y nuestro cuerpo se verán beneficiados casi de manera inmediata.
La AMD también señala que la higiene y los buenos hábitos son el primer paso para gozar de una piel radiante y sana.
Esto incluye el baño diario y tratar de evitar tocarte el rostro y el cuerpo con las manos sucias. El contacto constante en estas condiciones provocaría la transmisión de microorganismos patógenos que pueden producir reacciones alérgicas en la piel.
Otros cuidados son evitar la exposición prolongada al sol sin protección, para evitar la aparición de manchas, envejecimiento prematuro y peor aún, cáncer de piel.
No solo el sol afecta, también los cambios de temperatura, la contaminación, hasta la luz artificial resecan nuestra piel y generan tirantez y enrojecimiento.
La fotoprotección, el no exponerse a cambios de temperatura y la alimentación deben de ir acompañados de una crema que proteja nuestra piel y que además esté respaldada de una recomendación dermatológica.
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