Caminar es un ejercicio ideal para la salud del cerebro. Es gratis, simple y puede practicarse casi en todos lados. Los beneficios cerebrales comienzan prácticamente en el momento en que uno empieza a caminar y se acumulan de manera significativa con el tiempo.
Según un estudio de la Academia Americana de Neurología, por cada kilómetro y medio que uno camina al día no solo se queman cien calorías, sino que también disminuye un 13 por ciento el riesgo de deterioro cognitivo… ¡Eso no se logra si te quedas en casa viendo la televisión!
En el famoso Estudio de salud de Enfermeras, que comprendió a más de 18 mil mujeres, la actividad física regular prolongada, que incluía caminar, se asoció con una función cognitiva mucho mejor y con un menor deterioro cognitivo en mujeres mayores.
Las mujeres más activas tenían un 20 por ciento menos de probabilidad de padecer daños cognitivos que las menos activas. Las mujeres que caminaban a un paso tranquilo 90 minutos por semana tuvieron mejor puntaje que aquellas que caminaban menos de 40 minutos por semana.
Es muy probable que camines desde que dijiste “mamá”, pero si eres como la mayoría de los adultos, tu estado físico quizá no ha mejorado mucho.
Haz de cuenta que eres una marioneta. Imagina que un cordel te está sosteniendo la cabeza mientras camina. Mantén el cuello estirado, el mentón paralelo al suelo y los hombros bajos y hacia atrás.
Mira hacia dónde vas
Muchos de nosotros tendemos a mirar fijo nuestros pies cuando caminamos, pero eso te lleva a bajar el cuello y te saca de la alineación. En cambio, apunta con la nariz hacia adelante y mantén los ojos en un punto a unos tres metros de distancia.
Mantente centrado
Hunde el abdomen, lleva hacia dentro la pelvis y siente que el coxis baja apenas. No arquees la espalda —en cambio, piensa en todo tu tronco entero como un bloque sólido—. Esta postura no solo ayuda a desarrollar los músculos abdominales, sino que también contribuye a prevenir la tensión adicional en el extremo inferior de tu cuerpo.
Haz de cuenta que estás parado sobre esquíes
Comienza con los pies separados a una distancia equivalente al ancho de los hombros y trata de mantener esa distancia cuando camines. Considera usar bastones: ayudan a amortiguar el impacto y los desvían de las articulaciones, mejoran el equilibrio y contribuyen a mantener el estado físico apropiado. Además, quemarás hasta un 40 por ciento más de calorías cuando los uses.
Piensa rápido
Y corto. Dobla los brazos en un ángulo de 90 grados y muévelos de arriba abajo mientras mantienes tu paso corto y rápido; cubrirás más terreno y quemarás más calorías en la misma cantidad de tiempo.
Fuente: ‘Cómo entrenar su mente. Guía para mantener su memoria y su cerebro en forma de por vida’, editado por Selecciones Reader’s Digest.
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