El estrés puede detectarse por tu temperatura corporal
Investigadores de la Universidad de Sussex han descubierto que el estrés se ve reflejado en tu temperatura corporal.
La periodista Victoria Gill, de la BBC, fue la voluntaria de un experimento realizado por un equipo de psicólogos de la Universidad de Sussex (Reino Unido), quienes estaban realizando un proyecto de investigación que estudia el estrés utilizando cámaras térmicas.
A la periodista se le pidió durante una parte del experimento que diera un discurso improvisado de cinco minutos, luego que contara hacia atrás en intervalos de 17, esto ante un panel de tres desconocidos, provocando que el estrés agudo se reflejara en su rostro.
Señalar que, el estrés altera el flujo sanguíneo en el rostro y lo que han descubierto los científicos es que la disminución de la temperatura de la nariz de una persona puede utilizarse como una medida de los niveles de esta respuesta del cuerpo y controlar la recuperación. De acuerdo con los psicólogos responsables del estudio, las imágenes térmicas podrían suponer un punto de inflexión en la investigación sobre el estrés.
La prueba de estrés experimental a la que se sometió la periodista estaba cuidadosamente controlada y deliberadamente diseñada para que los participantes tuvieran una sorpresa desagradable.
Las primeras instrucciones para Gill fueron que se sentara y escuchara ruido blanco a través de unos audífonos. A continuación, el investigador que dirigía la investigación le pidió que entrara en una sala con un panel de tres desconocidos, quienes miraban a la periodista mientras que el investigador le informaba la tarea de elaborar un discurso en tres minutos y que debería tener una duración de cinco minutos, con el tópico de “el trabajo de sus sueños“.
Mientras la periodista sentía cómo los colores se le subían a la cara, los especialistas fueron captando ese cambio en su rostro a través de una cámara térmica. La temperatura de su nariz fue bajando rápidamente, volviéndose azul en la imagen térmica, mientras ella pensaba cómo realizar su tarea.
Esta misma prueba fue realizada a 29 voluntarios; en todos los casos se observó que la temperatura de la nariz bajaba entre tres y seis grados.
El descubrimiento, según los científicos, podría utilizarse para ayudar a controlar los niveles nocivos de estrés.
La profesora Guillian Forrester, investigadora principal, afirmó que el tiempo que tarda una persona en recuperarse de la caída nasal podría ser una medida objetiva de su capacidad para regular el estrés. Si lo hace con una lentitud inusual, ¿podría ser un indicador de riesgo de ansiedad o depresión? ¿Es una situación sobre la que podrían hacer algo?, se cuestionó la profesora.
Dado que la técnica no es invasiva y mide una respuesta física, podría ser útil para controlar el estrés en bebés o personas que no pueden comunicarse.
La segunda tarea fue la de contar hacia atrás desde el 2023 en intervalos de 17, con el añadido de que, ante una equivocación, una de las tres personas desconocidas le pedía a la periodista que volviera a empezar; tarea que terminó incomodándola.
Señalar que durante la investigación, de los 29 participantes, sólo uno pidió marcharse, mientras que el resto, como en el caso de la periodista, completaron la tarea, siendo compensados con otra sesión relajante de ruido blanco.
Un aspecto que se destaca interesante es que el enfoque de la investigación es que, dado que las cámaras térmicas miden una respuesta física al estrés, que es innata en muchos primates, también se puede utilizar en simios no humanos.
De hecho, los investigadores están desarrollando actualmente su uso en santuarios para grandes simios, queriendo averiguar cómo reducir el estrés y mejorar el bienestar de los animales que pueden haber sido rescatados de circunstancias traumáticas.