La Ciudad de México enfrenta un problema de doble filo: por un lado, las recurrentes inundaciones por las lluvias, y por otro, el alarmante hundimiento de su subsuelo. Geólogos de la UNAM han lanzado...
La Ciudad de México enfrenta un problema de doble filo: por un lado, las recurrentes inundaciones por las lluvias, y por otro, el alarmante hundimiento de su subsuelo. Geólogos de la UNAM han lanzado una dura advertencia: si no se toman medidas, este proceso podría crear “zonas inhabitables” en menos de una década.
Este fenómeno, lejos de ser un hecho aislado, es el resultado de siglos de historia, de una urbanización desorganizada y de una gestión hídrica deficiente. A continuación, te explicamos el panorama de riesgo, las zonas más afectadas y las causas de esta compleja realidad.
Las lluvias intensas, como las registradas el pasado 2 de junio, exponen la vulnerabilidad de la capital. Investigadores del Instituto de Geografía de la UNAM utilizaron imágenes de satélite para crear un mapa de riesgo que identificó las zonas más afectadas. Este análisis mostró que, aunque el centro-oriente de la ciudad es el área de mayor riesgo, el problema se extiende por toda la urbe.
Entre las zonas y vialidades críticas se encuentran:
La falta de áreas verdes que permitan la filtración del agua, el crecimiento urbano sin planeación y el manejo inadecuado de residuos sólidos son algunos de los factores que, año tras año, convierten estas lluvias en un desafío para miles de personas.
Más allá de las inundaciones superficiales, la ciudad enfrenta un problema subterráneo de gran magnitud: el hundimiento o subsidencia. Geólogos de la UNAM han señalado que la sobreexplotación de los acuíferos y el peso de las construcciones han provocado que la ciudad se hunda hasta 40 cm al año en algunas zonas. Este proceso, que se ha intensificado con el tiempo, tiene sus raíces en el hecho de que la capital fue construida sobre el lecho de un antiguo lago. La compactación de la arcilla lacustre es un fenómeno que, según los expertos, ha alcanzado un “punto de no retorno” y ya no puede ser detenido.
Según el Atlas de Riesgo de la CDMX, las alcaldías con mayor riesgo de hundimiento, con tasas que van de 11 a 30 cm al año, son:
Además, otras demarcaciones como Benito Juárez, Coyoacán, Xochimilco y Miguel Hidalgo también enfrentan riesgo de hundimiento, aunque en menor medida.
El problema de las inundaciones y el hundimiento en CDMX es multifactorial. Desde la fundación de México-Tenochtitlan en 1325, se han implementado obras hidráulicas, pero no han sido suficientes. La urbanización ha cubierto el suelo de asfalto, eliminando los sistemas de drenaje naturales.
Además, el Dr. Sergio Rodríguez de la UNAM resalta una “paradoja social”: la mayoría de las personas que sufren las inundaciones y los hundimientos son las mismas que no cuentan con un suministro de agua adecuado, lo que los obliga a extraerla de los pozos y agrava aún más la subsidencia.
La solución, según los especialistas, requiere un cambio de paradigma. Es fundamental que las autoridades utilicen herramientas como el mapeo satelital para la toma de decisiones, y que tanto ellas como la ciudadanía tomen responsabilidad para mitigar los riesgos, antes de que las “zonas inhabitables” se conviertan en una realidad.
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