El impacto emocional de las quemaduras

Cuando se sufre una quemadura grave, el dolor físico es evidente, pero el impacto emocional a menudo se ignora. Una quemadura puede ser una experiencia traumática que cambia la vida, afectando la salud mental de una persona mucho después de que las heridas físicas han sanado.

La Dra. Lourdes Castañón, directora del programa de atención de quemaduras en Banner – University Medicine, asegura que el costo emocional es complejo y persistente.

Inmediatamente después del trauma, es normal sentir un shock inicial, incredulidad o incluso entumecimiento. Una vez que el shock pasa, la ansiedad y el miedo sobre el futuro pueden apoderarse de la persona, así como la preocupación por las cicatrices y la desfiguración. Con el tiempo, la frustración, el enojo e incluso la depresión son reacciones comunes.

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Consejos para afrontar la situación y sanar por completo

La recuperación de una quemadura no es solo física, es un proceso integral. La Dra. Castañón enfatiza que el bienestar emocional está directamente ligado a la calidad de vida y la capacidad para adaptarte a los cambios.

  1. Expresarse: Comparte tus sentimientos con tu círculo de confianza. Escribir en un diario o explorar actividades creativas también son formas sanas de procesar tus emociones.
  2. Buscar apoyo: Rodéate de familiares y amigos que te ofrezcan apoyo y aliento. Si te sientes solo, los grupos de apoyo en persona o en línea te permitirán conectar con personas que han pasado por experiencias similares.
  3. Educarse sobre las lesiones: Comprender tus heridas, las opciones de tratamiento y el proceso de recuperación puede ayudarte a reducir el miedo y la incertidumbre sobre el futuro. Es útil explicar estos desafíos a tus seres queridos para que comprendan tu situación.
  4. Establecer metas realistas: Divide tus objetivos de recuperación en pequeños pasos. Celebra cada avance, por más pequeño que sea.
  5. Practicar el autocuidado: Dedica tiempo a actividades que promuevan tu bienestar físico y emocional, como el ejercicio, una alimentación saludable y dormir bien. La autocompasión es clave.
  6. Ser paciente y amable con uno mismo: La recuperación es gradual y requiere tiempo. Date permiso para sentir, para sanar y para crecer a tu propio ritmo.

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¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Es importante recordar que buscar ayuda de un profesional de la salud mental es un paso proactivo. No es una señal de debilidad, sino un acto de autocompasión.

La Dra. Castañón recomienda buscar apoyo de un consejero o terapeuta si experimentas alguno de estos síntomas:

  • Malestar emocional significativo o dificultad para afrontar la situación.
  • Cambios en tu salud mental, como sentimientos de ansiedad o depresión que afectan tu vida diaria.
  • Dificultad para adaptarte a los cambios en tu apariencia o movilidad.
  • Pensamientos intrusivos, pesadillas o flashbacks del incidente.
  • Problemas para dormir o cambios en tu apetito.
  • Aislamiento social o pérdida de interés en actividades que solías disfrutar.
  • Sentimientos de desesperanza o inutilidad.

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Las quemaduras son un trauma que afecta tanto al cuerpo como a la mente. El camino hacia la sanación total implica reconocer y cuidar tu salud mental. Con el apoyo adecuado, el autocuidado y la paciencia, es posible no solo curarse, sino también reconstruir tu vida con resiliencia y propósito.

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