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El impacto silencioso del gaslighting

¿Alguna vez has compartido tus sentimientos con alguien solo para escuchar respuestas que desestiman tus emociones y te hacen dudar de tu propia realidad? Frases como “estás exagerando”, “sólo fue una broma” o “estás loco/a” pueden parecer inofensivas, pero pueden ser las señales de un abuso emocional conocido como gaslighting. No estás solo en esta experiencia, y es esencial entender cómo este tipo de manipulación puede distorsionar tu percepción y afectar tu salud mental.

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El gaslighting es más que una simple descalificación emocional; es un patrón de abuso donde la víctima se ve forzada a cuestionar su propia cordura y memoria. Este término tiene sus raíces en la película Gaslight (1944), en la que un marido manipula a su esposa, haciéndola dudar de sus percepciones para lograr su propio beneficio. A través de tácticas como ocultar objetos y minimizar experiencias válidas, el abusador busca controlar y subyugar a su víctima, dejando un rastro de confusión y angustia en su camino.

Gaslighting: La violencia invisible en las relaciones

Este tipo de abuso puede manifestarse en diversas relaciones: familiares, amistades o laborales, pero es en las relaciones de pareja donde se vuelve más común. Aunque puede darse en ambas direcciones, es habitual que un hombre manipule a una mujer, perpetuando estereotipos de género que posicionan a los hombres como más racionales y a las mujeres como “excesivamente emocionales”.

Ariel Leve, periodista y autora, compartió su experiencia en una charla TED donde resaltó los efectos devastadores del gaslighting, diciendo: “Sentir que te están negando una experiencia que sabes que es real es más doloroso que el propio abuso”. Esta negación de la realidad puede llevar a la víctima a un estado de ansiedad y confusión, lo que dificulta aún más su capacidad de reaccionar y buscar ayuda.

La manipulación mediante gaslighting no solo erosiona la autoestima de la víctima, sino que también crea una dependencia emocional, donde las frases descalificadoras se normalizan, haciendo que la víctima dude de su propia valía y percepción de la realidad.

Señales de que estás sufriendo gaslighting

Si te preguntas si estás siendo víctima de gaslighting, observa estas señales clave:

  • Descalificación Constante: La otra persona te hace sentir que estás loca/o, que exageras o que simplemente piensas mal.
  • Inversión de Roles: Quien ejerce el abuso se presenta como la víctima, haciendo que tú te sientas culpable por los problemas de la relación.
  • Dudas Sobre Tu Percepción: Comienzas a dudar de tus propios sentimientos y experiencias, cuestionando si realmente vives en la realidad.
  • Disculpas Innecesarias: Te encuentras pidiendo perdón sin razón aparente, incluso cuando la otra persona ha sido la causante del conflicto.
  • Justificación del Comportamiento Ajeno: Convencido/a de que tú eres quien está mal, justificas el comportamiento dañino de la otra persona.
  • Ignorancia a tus Necesidades: La otra persona rara vez valida tus pensamientos o sentimientos.

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Qué hacer si te encuentras en esta situación

Si reconoces estas señales en tu vida, aquí hay algunas estrategias para abordar el gaslighting:

  1. Escucha tu Instinto: Si sientes que algo no está bien, presta atención. Pregúntate de manera objetiva si realmente eres tú quien está mal.
  2. Rompe el Ciclo de Aprobación: Evita buscar la validación del manipulador. No te dejes llevar por la idea de que eres tú quien exagera.
  3. Cierra Conversaciones Tóxicas: Aprende a poner fin a diálogos que no conducen a una resolución genuina y que solo buscan invalidar tus argumentos.
  4. Valida tus Emociones: Recuerda que tus sentimientos son válidos. No necesitas la aprobación de nadie para sentir dolor o malestar.
  5. Establece Límites: Definir lo que es inaceptable para ti y ser claro sobre eso puede ser un primer paso hacia la recuperación.
  6. Considera la Separación: Si el abuso persiste y la otra persona no asume la responsabilidad, evalúa la posibilidad de distanciarte, ya sea temporal o permanentemente.

El gaslighting es un abuso emocional devastador que puede afectar gravemente tu bienestar mental. Reconocerlo es el primer paso para recuperar tu libertad emocional y bienestar. ¡No permitas que las distorsiones de la realidad dejen marca en tu vida!

Lilo

Comunicóloga por la UNAM. Redactora de temas de bienestar general. Apasionada del mundo digital, soy geek, metalera, petfriendly. Fan de las pelis de terror y el anime. Una de mis frases favorita es: "Yo solo sé que no sé nada” de Sócrates.

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