El invierno aumenta la existencia de granitos en la piel. ¡Evítalos!
El ambiente menos húmedo del invierno puede ocasionar imperfecciones en la piel, lo que ocasiona que tus poros se tapen y la grasa se acumule.
El clima invernal es delicioso, pero el frío puede ocasionar que la aparición de imperfecciones cutáneas aumenten, esto porque el ambiente es menos húmedo, lo que ocasiona que tus poros se tapen y la grasa se acumule con mayor facilidad gracias a que las toxinas ambientales penetran más rápido.
A esto se le conoce como ‘efecto rebote’ y se debe – aunque no lo creas – a que la piel vuelve a su ciclo normal, ya que en verano el sol tiene un efecto antiinflamatorio que disminuye la aparición de granitos.
Seguramente has notado que tus labios se parten con mayor facilidad, lo mismo pasa con tu piel en general, por lo que es recomendable utilizar protección especial que muchas veces damos por sentado y no creemos necesario darle una rutina adecuada debido a que tenemos en mente que el sol es más dañino.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y el 70 por ciento es agua, actúa como una barrera de protección ante cualquier cambio exterior. En invierno factores como el frío, la falta de humedad y los cambios bruscos de temperatura, la vuelven más vulnerable.
De hecho, la irrigación sanguínea disminuye dándonos un tono mucho más pálido y en consecuencia, los nutrientes y el oxígeno que absorbe nuestra piel disminuyen, dando un aspecto opaco, descamado y fisurado.
Prevenir la aparición de las imperfecciones invernales
Lo primero es la modificación de la rutina facial regular. Agrega pasos nuevos a tu rutina poco a poco, dejando que la piel se adapte a su ritmo.
En invierno es elemental elegir productos que mantengan la humedad y que contengan ingredientes naturales que ayuden a:
Lo primero que debes hacer para reducir la aparición de imperfecciones es lavarla con un shampoo facial que limpie a profundidad y elimine las impurezas. Repite ese paso por la noche para eliminar la suciedad acumulada y remata con un poco de loción para equilibrar la grasa cutánea.
Usa una mascarilla facial o un exfoliante dos veces por semana. Esto previene futuros brotes y reduce la absorción de toxinas. Pero eso no es todo, el uso de un suero hidratante con propiedades antiinflamatorias es indispensable –especialmente en invierno– para que tu piel se mantenga fresca, matificada y con la producción de grasa controlada.
Una vez que logras establecer una rutina correcta en tu piel, es importante que tengas en cuenta que tu alimentación debe estar balanceada y no excederte en carbohidratos.
¡Cuida tu piel del frío y reduce la aparición de imperfecciones con estos consejos!