El litio no solo sirve para hacer baterías, también ayuda a la salud mental
Aunque el principal uso del litio es para baterías, también tiene propiedades curativas para tratar enfermedades psiquiátricas.
El litio (el más ligero de todos los metales) es un elemento metálico moderadamente abundante en la naturaleza. Se encuentra principalmente en salmueras naturales, pozos petrolíferos, campos geotermales y agua de mar.
Aunque su principal uso es en la manufactura de baterías y en la producción de cerámica y vidrio, sus propiedades curativas han sido reconocidas desde tiempos antiguos.
De acuerdo a investigaciones, los beneficios de este metal se reportaron por los antiguos griegos en infinidad de ocasiones. Actualmente se usa en forma de sales para tratar enfermedades psiquiátricas y depresiones, pues funciona como un estabilizador del ánimo.
El litio fue descubierto en 1817 por el químico sueco Johan August Arfwedson, pero al psiquiatra australiano John Cade se le atribuye el hallazgo del uso de las sales de litio como tratamiento eficaz para episodios depresivos.
Los resultados de sus experimentos controlados fueron publicados en 1949. Tal descubrimiento fue muy notable, pues en ese entonces se usaban descargas eléctricas y lobotomías, métodos dolorosos e invasivos. Por desgracia el uso del litio para esas cuestiones no se generalizó hasta más tarde.
En el siglo XIX numerosos médicos utilizaron el litio para tratar lo que se llamaba “locura gotosa” por acompañar los trastornos del humor a los ataques de gota, escribe Jean Garrabé en el documento ‘Historia de la introducción del litio en medicina y psiquiatría’.
Ahora, la medicación con litio es un procedimiento estándar que debe usarse bajo estricta supervisión médica, explica el Dr. Pablo Iglesias Rodríguez.
El litio se encuentra en una clase de medicamentos llamados agentes antimaníacos. Funciona al reducir la actividad anormal en el cerebro, se explica en la página de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Viene como tableta, cápsulas, tabletas de liberación prolongada (acción prolongada) y solución (líquido) para toma por vía oral.
El cuerpo humano contiene cantidades infinitesimales de litio
Este elemento previene y trata episodios de manía (ánimo frenético, anormalmente emocionado) en personas con trastorno bipolar (trastorno maníaco-depresivo) una enfermedad que provoca estados de ánimo anormales.
También se usa para tratar la depresión, esquizofrenia, pérdida de interés en la vida y emociones fuertes o inapropiadas, trastornos de control de impulsos (incapacidad para resistir el deseo de realizar una acción peligrosa) y ciertas enfermedades mentales infantiles.
Adicionalmente, se usa en la elaboración de un minúsculo tipo de vidrio flexible que tiene una importante aplicación médica. Esta tecnología es particularmente útil para tratar daños en cartílagos por osteoartritis o lesiones deportivas.
El litio representa alrededor del 0.006 por ciento de la corteza terrestre; es menos común que el zinc, cobre y tungsteno y un poco más común que el cobalto, el estaño y el plomo en la corteza terrestre.
El agua potable y algunos alimentos como la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos contienen litio. Por ejemplo, 100 g de carne contiene aproximadamente 100 μg de litio. Plantas como el tabaco recogen compuestos de litio del suelo y los acumulan.