Los masajes son una práctica muy recurrente alrededor del mundo, pero lamentablemente ese cuidado no se extiende a los senos, quizá porque están muy relacionados con la estimulación sexual e infinidad de personas se sentirían incómodas si se los masajeran.
Pero el masaje en esa zona del cuerpo femenino no solo es relajante, sino altamente benéfico; de hecho es una práctica ancestral terapéutica muy usada tanto en el taoísmo como en el tantra.
Para esos sistemas filosóficos el contacto con esa parte del cuerpo ayuda a que la mujer descubra dónde se localiza el centro del amor.
El masaje ayurvédico tradicional, por ejemplo, incluye los senos para promover un tejido mamario saludable y aumentar el flujo sanguíneo, lo que mantiene en forma a esa zona.
Prendas tan restrictivas como el brasier afectan la circulación del líquido linfático, así que la estimulación de las regiones de la axila y el pecho drenan el líquido estancado.
Los senos son una parte fundamental en la salud de la mujer, ya que son muy vulnerable a los cambios hormonales, además de que tienen infinidad de fibras, tejidos y ganglios linfáticos.
Livia Kohn es una erudita religiosa y profesora emérita de la Universidad de Boston. En su libro ‘La experiencia taoísta’ cuenta que las monjas taoístas reportan que con la ayuda de los masajes de senos logran detener la menstruación y desarrollar niveles exaltados de vigor y bienestar.
Una serie de movimientos circulares con las yemas de los dedos estimula la circulación de la sangre, lo que redunda en una limpieza del linfática y en prevención del cáncer de mama.
También conocida como hormona de la felicidad, la oxitocina, más allá del parto y el amamantamiento, está relacionada con el sentimiento de amor e infinidad de beneficios sobre la piel.
Algunas mujeres se autoexploran una vez al mes, lo que puede ayudarlas a la detección de cualquier enfermedad de las mamas; esas probabilidades se potencian si realizas masajes una o dos veces a la semana.
El timo, la pituitaria, la tiroides y otras glándulas serán beneficiadas, lo que ayudará a la regulación del sistema endócrino.
No es lo mismo aplicarse crema sobre esa zona que realizar un masaje sobre los senos hasta que la piel absorba el producto. Si los masajeas regularmente evitarás la pérdida de la elasticidad y la flacidez.
“El masaje en los pechos no está condicionado únicamente a nuestras relaciones íntimas” explica Elma Roura, profesora del máster de desarrollo personal y liderazgo en el Instituto Borja Vilaseca, en España.
“Estamos acostumbradas a que nos toquen los senos solo durante el sexo, por lo tanto, a recibir dicho masaje o caricias con una intención básicamente sexual, pero es realmente poderoso recibirlo desde un lugar no-sexual y recibirlo como un acto de conexión hacia nosotras mismas“.
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
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