El origen de la Catrina: El símbolo de la muerte mexicana
Te contamos la historia y el origen de la Catrina, el símbolo más importante de México y el Día de Muertos.
En México, la muerte no se teme: se honra, se viste de flores y se acompaña con música. Entre velas, cempasúchil y pan de muerto, una figura se levanta cada año con elegancia inigualable: La Catrina, la dama esqueleto que sonríe desde el otro lado como si la vida y la muerte fueran solo dos caras del mismo rebozo.
Su silueta alargada, su sombrero lleno de plumas y su porte altivo no son simples adornos del Día de Muertos; son el reflejo del espíritu mexicano, que ríe, recuerda y celebra incluso ante lo inevitable. La Catrina es más que un disfraz o una calavera pintada: es una crítica, un arte y una declaración de identidad.
Pero, ¿cómo nació esta dama de los huesos finos? ¿Qué historia guarda su sonrisa y por qué se convirtió en el rostro universal de nuestra forma de entender la muerte?
La historia de la Catrina es la de una crítica social convertida en arte, y finalmente, en identidad cultural. Su origen se remonta a principios del siglo XX, y su popularidad se consolidó gracias a dos grandes artistas mexicanos.
La Catrina fue creada originalmente por el grabador, pintor y caricaturista José Guadalupe Posada (originario de Aguascalientes), alrededor de 1912. Sin embargo, su nombre original no era Catrina.
En su versión original, la figura se llamaba “La Calavera Garbancera” y nació como una sátira y crítica social:
José Guadalupe Posada, creo la Catrina
La Calavera Garbancera de Posada no fue conocida masivamente hasta después de su muerte y, sobre todo, gracias al muralista Diego Rivera.
Fue Rivera quien inmortalizó y renombró a la figura en 1947, en su famoso mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”:
De este modo, Rivera no solo reivindicó la figura de Posada, sino que le dio el nombre que hoy se ha convertido en sinónimo de la tradición mexicana.
Diego Rivera inmortalizó y renombró a la figura en 1947, en su famoso mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”
Hoy, la Catrina ha trascendido su origen satírico y se ha convertido en un símbolo multifacético de la identidad mexicana, especialmente durante la celebración del Día de Muertos (1 y 2 de noviembre):
La Catrina es un poderoso recordatorio de que, sin importar las diferencias sociales en la vida, todos terminaremos siendo calaveras bajo el sombrero. Es el icono de la democracia de la muerte.