¿El peligroso viaje de un bebé canguro?
Al nacer, el canguro realiza el viaje más peligroso de su vida: la escalada desde la apertura genital de su madre hasta el marsupio. Un bebé de gran canguro gris, de menos de 13...
Al nacer, el canguro realiza el viaje más peligroso de su vida: la escalada desde la apertura genital de su madre hasta el marsupio. Un bebé de gran canguro gris, de menos de 13 cm de longitud, es 12,000 veces más ligero que su madre, que mide 1.2 m de altura.
Después de sólo cinco semanas en la matriz, el bebé tiene que trepar 15 a 20 cm para encontrar uno de los cuatro pezones que hay en el marsupio, donde vivirá los siguientes 18 meses. En su ascenso, la cría tiene que luchar contra una maraña de pelos, impulsándose con sus patas delanteras que no son más que muñones cortos.
Los mamíferos que tienen bolsa, como el canguro, se llaman “marsupiales”. Paren crías inmaduras, que después terminan su desarrollo en el marsupio.
Las hembras marsupiales no producen placenta (una membrana permeable que suministra los nutrimentos al feto). Los embriones de canguro absorben los nutrimentos a través de la pared del útero. Antes de dar a luz, una hembra canguro limpia el interior de la bolsa y su área genital con la lengua.
De esta manera deja libre el camino para su bebé. Debido al diminuto tamaño de la cría, el parto requiere poco esfuerzo.
Todavía es un misterio la manera exacta en que el bebé canguro encuentra el pezón de la madre, ya que en esta etapa es completamente ciego. Es probable que se guíe por el olfato. La mayoría de los recién nacidos encuentran el camino.
Una vez que la cría llega a su meta, introduce el pezón en su boca, y éste aumenta de tamaño para mantener a la cría en su lugar. Después del primer mes, las mandíbulas de la cría están lo suficientemente desarrolladas para abrir y cerrar la boca cuando sea necesario.
En esta etapa el bebé empieza a moverse dentro de la bolsa, para probar sus músculos; pero permanece en ese lugar hasta cumplir siete meses. A los 11 meses, abandona la bolsa. En ese momento ya hay otro bebé listo para realizar el mismo viaje.
La zarigüeya acuática piscívora de América del Sur, o yapok, es el único marsupial adaptado para vivir en el agua. Posee una piel densa, grasosa y repelente al líquido, y patas membranosas; la hembra carga a las crías en una bolsa impermeable.
Cuando la hembra se sumerge, cierra la bolsa con su fuerte esfínter y atrapa aire adentro, lo que permite respirar a las crías. Los pelos largos que cubren los bordes de la bolsa y las zonas de grasa crean un sello a prueba de agua.