Si bien el ejercicio aeróbico es reconocido como un pilar fundamental para la salud del corazón. Investigaciones recientes revelan que los ejercicios isométricos, aquellos que se realizan sin movimiento articular. También pueden ser aliados poderosos en la lucha contra la hipertensión y otras enfermedades cardiovasculares.
Un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine ha puesto de relieve el impacto positivo de los ejercicios isométricos en la reducción de la presión arterial. El estudio, que involucró a un grupo de participantes que realizaron ocho minutos de ejercicios isométricos tres veces por semana, encontró una reducción significativa en la presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) después de sólo ocho semanas.
La reducción de la presión arterial es uno de los principales beneficios de los ejercicios isométricos para la salud cardiovascular. Durante la contracción muscular isométrica, se produce una restricción temporal del flujo sanguíneo. Al finalizar el ejercicio, los vasos sanguíneos se dilatan, mejorando la circulación y reduciendo la presión arterial.
Concretamente, el estudio estableció que unos ocho minutos de ejercicio isométrico, tres veces por semana, puede provocar una reducción saludable de la presión arterial. Se trata de ejercicio que, tal y como establecen en Vitónica, “consisten en el sometimiento del músculo a tensión sin realizar movimiento”.
Estos ejercicios se basan en la contracción muscular sin movimiento articular. Se pueden realizar con o sin peso corporal, utilizando la resistencia del propio cuerpo como fuente de tensión muscular indica la Vitónica. Algunos ejemplos de ejercicios isométricos comunes incluyen:
“Nuestro mensaje principal es que hacer ejercicio es fantástico y que cualquier ejercicio puede reducir la presión arterial”, dijo Jamie O’Driscoll, autor principal del estudio, en una entrevista al Washington Post.
Según la investigación el beneficio para la tensión radicaría en que durante el tiempo que se hace el ejercicio isométrico se reduce el flujo sanguíneo, por lo que cuando se retoma la postura normal los vasos sanguíneos se relajan reduciendo la presión.
Cabe recordar que si se tiene un problema de salud como la hipertensión arterial, hay que consultar cualquier cambio en los hábitos y/o la dieta con tu médico o especialista, ya que te asesorará en función de tu salud qué es lo que te conviene realizar.