El principal enemigo del placer sexual femenino es la sequedad vaginal
Rosa no le dio importancia a diferentes síntomas. “Sentía vergüenza y perdí la confianza, lo que repercutió en mi vida sexual”.
La vida sexual de Rosa* cambió drásticamente cuando entró a la menopausia. “No sabía que tantos cambios hormonales me afectarían” revela.
Al principio no le dio importancia a síntomas como infecciones vaginales recurrentes, comezón y ardor en la zona vaginal. “Me sentía incómoda, sentía vergüenza y perdí la confianza en mí misma, lo que repercutió en mi vida sexual, ya no llegaba al orgasmo”.
Rosa recuerda que el dolor era tan fuerte que los encuentros sexuales con su esposo los sentía como una agresión para su cuerpo. “Me distancié, busqué excusas, evité que me tocara y aunque mi esposo siempre ha sido comprensivo empezamos a pelear”.
La atrofia vaginal, asegura, fue como un tercero que se interpuso entre su felicidad. Las mujeres que atraviesan la menopausia a menudo ven los cambios físicos como una señal de que sus cuerpos las están traicionando. Hay que cambiar esto. Esta mujer revivió su vida sexual después de la menopausia.
La sequedad y/o atrofia vaginal es el principal problema para el placer sexual, explica la Dra. Eréndira Kunhardt Urquiza, ginecoobstetra con subespecialidad en urología ginecológica.
La sequedad vaginal se presenta principalmente con la disminución de estrógenos y con ello la baja en la humedad vaginal, en la producción de colágeno y fibroblastos que proporcionan la tensión que la vagina necesita.
Los síntomas más comunes son:
La vaginitis atrófica es causada por la deficiencia estrogénica. Es una afección común en las mujeres postmenopáusicas.
“Cambia la mitosis o la forma de reproducción celular, disminuye en todos los niveles. Hay cambios en la piel desde el introito, el útero, ovarios. Hasta las trompas de Falopio disminuyen su tamaño” precisa. (Preguntas sobre la menopausia que dan demasiada vergüenza).
Todos esos cambios no solo provocan infecciones vaginales, también infecciones de vías urinarias, las cuales pueden aparecer cada que se intente el coito. “Si tras cada encuentro sexual hay cistitis la mujer ya no querrá sexo”.
Además, disminuye el calibre y la longitud de la vagina, así que el sexo ya no es satisfactorio, duele la penetración por esa falta de elasticidad y de humedad. Esto ocasiona fisuras superficiales y cada vez que hay coito se abren y molestan. Conoce 11 causas de sexo doloroso (y qué hacer con ellas).
Pero no solo los cambios hormonales afectan la funcionalidad de la vagina y condicionan la resequedad:
Las molestias se presentan en mujeres con y sin relaciones sexuales, dice el Dr. Julio Morfin Martín, ginecoobstetra con subespecialidad en urología ginecológica.
Además, los síntomas interfieren en varias situaciones de tu vida cotidiana: estar sentadas mucho tiempo, hacer ejercicio, etcétera, o por aumento de la frecuencia urinaria, incluso en las noches, apunta el experto.
El problema se incrementa tanto que incluso puede presentarse sangrado. Alrededor del 65 por ciento de mujeres que manifiesta los síntomas no acuden con el especialista porque tienden a aguantarse, asegura Kunhardt Urquiza.
Creen que es normal y aunque toda mujer en alguna etapa de la vida va a presentar sequedad y/o atrofia vaginal, sobre todo al llegar a la menopausia, deben atenderse porque este problema es evolutivo y progresivo, pero tratable.
En promedio, una mujer va a vivir la mitad de su vida en el climaterio y la menopausia, así que hay que aprender a prevenir y a aliviar los síntomas de la atrofia vaginal, dice Julio Morfin Martín.
Así como las mujeres se hidratan la piel de forma regular, deben hidratar la vagina, con lo que se pueden evitar los cambios y molestias por sequedad y/o atrofia, puntualiza Kunhardt.
“A partir de los 40 años es aconsejable hidratarnos la vagina para que haya humedad constante, al menos dos veces a la semana en días salteados como parte de la prevención”, afirmo la especialista.
En cuanto al tratamiento, el Dr. Morfin Martín explica que si la atrofia vaginal es principalmente por falta de hormonas se trata con sustitución hormonal.
Sin embargo, agrega, hay algunas mujeres que no pueden usar hormonas, otras que no las quieren usar e, incluso, médicos a quienes no les agrada prescribirlas.
En esos casos existe como opción el uso de hidratantes vaginales que alivian la mayoría de los síntomas y contribuyen a revertir los cambios provocados por la falta de hormonas y a regenerar la vagina afectada, pues contienen una combinación de ácido hialurónico, liposomas, extracto de lúpulo y vitamina E.