El problema actual de la educación sexual moderna y cómo avanzar

¿Te imaginas que el 90% de los adultos se sientan incapaces para enfrentar su vida sexual? Parece exagerado, pero es la realidad que revelan estudios recientes. La educación sexual moderna está en crisis, y sus deficiencias están dejando a generaciones enteras desinformadas, inseguras y sin las herramientas necesarias para tomar decisiones saludables sobre su sexualidad.

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La educación sexual en números

En 2023, se introdujeron 79 proyectos de ley en Estados Unidos relacionados con la educación sexual. Mientras algunos buscaban mejorar el sistema, la mayoría intentaba restringir el acceso de los jóvenes a información médica precisa y servicios de salud necesarios. Solo 18 estados exigen que la información sea médicamente precisa, y únicamente 10 estados y Washington, D.C., incluyen contenido sobre orientación sexual de manera inclusiva.

Un informe del Instituto Guttmacher revela que los adolescentes de 15 a 19 años en 2015–2019 tenían menos probabilidades de recibir educación sobre temas clave, como el control de la natalidad, en comparación con 1995. Menos de la mitad de los adolescentes que tuvieron relaciones sexuales recibieron información relevante antes de su primera experiencia.

Consecuencias a largo plazo

Las deficiencias en la educación sexual no solo afectan a los adolescentes, sino que también tienen repercusiones en la vida adulta. Una encuesta de Mira, una empresa de salud hormonal, mostró que el 47% de los hombres y el 42% de las mujeres se sintieron incapaces para su primera experiencia sexual. Además, el 40% de los participantes no recibió información sobre consentimiento o respeto en las relaciones.

En Canadá, una encuesta realizada por LetsStopAIDS reveló que el 63% de los jóvenes se sentían despreparados a pesar de haber recibido educación sexual. Muchos señalaron que el currículo carecía de conocimientos prácticos, como prácticas de sexo seguro, y que los instructores a menudo se enfocaban en la abstinencia debido a su propia incomodidad o falta de formación.

En México, la educación sexual también enfrenta desafíos significativos. Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), aunque el país ha avanzado en la implementación de programas de educación sexual en las escuelas, aún existen grandes brechas en la calidad y cobertura.

El currículo mexicano incluye temas como la prevención de embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual (ETS). Sin embargo, según un estudio de GIRE (Grupo de Información en Reproducción Elegida), muchos programas carecen de un enfoque integral que aborde temas como la diversidad sexual, el consentimiento y la salud mental.

Además, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2022 reveló que solo el 45% de los adolescentes mexicanos recibió educación sexual formal en la escuela. Entre quienes la recibieron, muchos reportaron que la información era insuficiente o no se ajustaba a sus necesidades reales.

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Un currículo que no evoluciona

Un estudio de CalExotics en 2018 mostró que el 20% de los adultos nunca tuvo una clase formal de educación sexual. Además, el currículo no ha cambiado significativamente en décadas, centrándose principalmente en la abstinencia, el embarazo, las ETS y la anticoncepción. Temas cruciales como la identidad de género, las relaciones interraciales, los juguetes sexuales y la comunicación en pareja siguen siendo ignorados.

Es hora de reinventar la educación sexual. Necesitamos un currículo que refleje la diversidad de las necesidades actuales, que incluya información sobre salud mental, relaciones saludables, consentimiento y prácticas seguras. Más del 70% de los adultos cree que se beneficiaría de una clase de educación sexual en su edad actual.

Conclusión

La educación sexual moderna no está cumpliendo con su propósito. Dejar a las generaciones desinformadas no solo afecta su bienestar individual, sino que también tiene consecuencias sociales y de salud pública. Es momento de establecer un nuevo estándar, uno que empodere a las personas con el conocimiento y las herramientas necesarias para vivir una vida sexual plena y saludable.

Con información de Healthline

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