El sobrepeso en las mujeres puede generar incontinencia
¿Has sentido que al estornudar, reír, realizar algún esfuerzo o hacer alguna actividad física la orina sale de tu cuerpo? Eso es la incontinencia urinaria.
La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria de orina. La persona afectada tiene una necesidad repentina de orinar, o es incapaz de retener la orina.
Es un trastorno muy común, que no respeta edad o sexo, afecta tanto a hombres como mujeres, incluso desde etapas tempranas.
Lo extraño es que rara vez se habla de incontinencia urinaria en adultos. Esto es realmente sorprendente teniendo en cuenta que del 25 al 49% de las mujeres están afectadas y del 11 al 34% de los hombres.
Supone un problema porque causa incomodidad y vergüenza, además puede generar un estado de incomodidad social y psíquica. Esto reduce la calidad de vida de quien la padece.
Pero, la incontinencia no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de una padecimiento subyacente. Existen tres tipos de incontinencia
Es la pérdida involuntaria de orina asociada a una necesidad imperiosa y repentina de orinar. Por lo tanto, existe una consciencia previa.
La pérdida de orina se produce por un hiperactividad del músculo detrusor y un trastorno en los mecanismos esfinterianos.
En este caso, la incompetencia del cuello vesical permite la entrada de orina en la uretra proximal. Como consecuencia, el detrusor entiende que se ha iniciado la micción y libera el reflejo que produce su contracción.
Aquí la pérdida de orina se produce al realizar cualquier movimiento o actividad física. La risa, el estornudo, el deporte, la carga de objetos pesados o el mero hecho de ponerse en pie o agacharse puede provocar escapes de orina que van desde unas gotas hasta un chorro.
El padecimiento se genera por el debilitamiento de los músculos y tejidos que sostienen la vejiga (suelo pélvico).
Esto se puede presentar por diferentes factores: el embarazo, un parto, una cirugía, el envejecimiento o el sobrepeso.
En los hombres puede ser por extirpación quirúrgica de la próstata, diabetes y vejiga hiperactiva.
Puedes seguir una dieta equilibrada para evitar el sobrepeso y la obesidad, de esta forma se reducirá la presión intraabdominal.
Reducir el consumo de bebidas como el café, los refrescos y bebidas carbonatadas, el alcohol y los cítricos, entre otros
Disminuir los productos y medicamentos diuréticos, para evitar las ganas de orinar
Hacer los ejercicios de Kegel, pues estos ayudan a fortalecer los músculos situados alrededor de la uretra y del suelo pélvico. Cuando estos músculos están debilitados hay más probabilidades de que aparezca la incontinencia urinaria.
Estos ejercicios consisten en una serie de contracciones y relajaciones que se repiten a lo largo del día de forma constante.
No dejes de hacer lo que más te gusta, perder la confianza y seguridad es cosa del pasado. La incontinencia urinaria ya no evitará que mantengas un estilo de vida activo, visita regularmente a un médico especialista.
Recuerda: vive, disfruta y ¡actívate!
Fuente: Active