El verdadero problema de decir mentiras: no es lo que piensas
La mayoría de nosotros contamos pequeñas mentiras piadosas aquí y allá, pero según una nueva investigación, el hábito podría ser peligroso.
La mayoría de las personas estarían de acuerdo en que la deshonestidad conduce a una variedad de resultados negativos, que incluyen confianza quebrantada, relaciones destruidas, trabajos perdidos e incluso condenas penales. Entonces, ¿por qué la gente miente?
La mayoría de las personas mienten para verse mejor, para evitar herir los sentimientos de las personas o para ganar estatus social de alguna manera. Mentir nunca es lo ideal, pero una nueva investigación ha demostrado que en realidad puede ser bastante siniestro, porque allana el camino para más y mayores mentiras.
En un nuevo estudio realizado en el University College de Londres, los investigadores les dijeron a los participantes que sobrestimar la cantidad de centavos en un frasco conduciría a una ganancia personal. Se escaneó el cerebro de los participantes en busca de actividad durante sus respuestas. Estas son 15 mentiras piadosas que todos decimos.
Cuando empezaron a exagerar la cantidad de monedas de un centavo en el frasco, su amígdala, el indicador integrado del cerebro del bien y el mal, respondió fuertemente en reacción a su deshonestidad. Pero a medida que aumentaban sus exageraciones, la respuesta de su amígdala disminuyó, lo que demuestra que el cerebro se vuelve insensible a la deshonestidad repetitiva.
Entonces, con cada mentira que dice una persona, el cerebro se siente cada vez menos culpable o avergonzado, lo que puede llevar a mentiras más grandes y frecuentes. La autora principal del estudio, Tali Sharot, PhD, dijo a sciencedaily.com: “Cuando mentimos para beneficio personal, nuestra amígdala produce un sentimiento negativo que limita la medida en que estamos preparados para mentir. Sin embargo, esta respuesta se desvanece a medida que continuamos mintiendo, y cuanto más cae, más grandes se vuelven nuestras mentiras”.
Esto puede convertirse en una “pendiente resbaladiza”, agrega Sharot, donde los pequeños actos de deshonestidad se convierten en mentiras más importantes. Y, sorprendentemente, la mayoría de las personas mienten una o dos veces al día, según una investigación de Bella Depaulo, PhD, psicóloga de la Universidad de Virginia.
Los hallazgos de este estudio sugieren que así como incluso las pequeñas mentiras piadosas causan problemas, también lo pueden hacer otras infracciones. El coautor del estudio, Neil Garrett, PhD, dijo a sciencedaily.com: “Solo probamos la deshonestidad en este experimento, pero el mismo principio también puede aplicarse a las escaladas en otras acciones, como la asunción de riesgos o el comportamiento violento”.
Tomado de rd.com The Real Problem With Telling Lies—It’s Not What You Think