El verdadero problema del incremento de la obesidad en México
Este problema ha ha sido clasificado junto con la desnutrición y el cambio climático como epidemias que afectan a la humanidad.
Este año morirán más de 300 mil mexicanos por padecimientos prevenibles asociados a los kilos de más.
En México como en el resto del mundo el sobrepeso y la obesidad afectan a millones de personas. Este problema ha alcanzado dimensiones de epidemia y ha sido clasificada junto con la desnutrición y el cambio climático como la Sindemia Global, un conjunto de epidemias que afectan a la humanidad y que ponen en riesgo el desarrollo de la población mundial.
Durante la primera mitad del siglo pasado, la principal causa de muerte en nuestro país eran las enfermedades infecciosas, los mexicanos morían de padecimientos como la tuberculosis, lepra, neumonía y cólera.
Para finales de los noventa el cáncer, los padecimientos cardíacos y las enfermedades crónicas no transmisibles como la diabetes se convirtieron en la causa de muerte principal. Estas enfermedades tienen algo en común: están asociadas a la obesidad.
Existen infinidad de formas de analizar el cambio de peso de la población mexicana y mundial. “El cambio en el estilo de las dietas tradicionales a dietas con alto contenido de comida ultraprocesada, el sedentarismo, la falta de cultura de ejercicio, el tiempo frente a las pantallas, el estrés, el aumento en el consumo de bebidas azucaradas, una mayor ingesta de alcohol, la forma en como nos relacionamos con la comida y los trastornos de la conducta alimentaria influyen directamente en el peso de una persona” explica el bariatra Fernando Pérez Galaz, miembro titular del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas.
El peso de un individuo está determinado por múltiples factores que interactúan entre sí e influyen directamente en el comportamiento del peso durante nuestra vida:
Las personas reaccionamos diferente una de la otra a esta compleja interacción por lo que es fundamental individualizar el enfoque de diagnóstico y tratamiento del paciente con obesidad y terminar con la idea generalizada de que solamente dieta y ejercicio es lo que necesita hacer una persona para resolver su problema de sobrepeso.
Un estudio realizado a los participantes de un ‘reality show’ americano llamado ‘The biggest looser’ demostró que la totalidad de los 16 concursantes tuvieron una reganancia de peso igual o mayor al peso perdido al término del programa, lo que indica que existe un componente hormonal y neurológico que regula el peso, independientemente de la motivación y la fuerza de voluntad.
El 72.5 por ciento de la población mexicana tiene algún grado de sobre peso y obesidad (SPyO). En los últimos 20 años se ha observado un crecimiento sostenido en el peso de la sociedad. En el 2012 el 38.8 por ciento de los mexicanos reportaba sobrepeso, algo así como 46 millones; para el 2016 esta cifra aumento a 39.2 %por ciento, o sea, unos 47 millones.
Estas cifras indican que en cuatro años un millón de personas pasaron de peso normal a sobrepeso. En el 2012, se reportó el 24 por ciento de las mujeres con obesidad grado uno, y para el 2016 esta cifra se incrementó en 1.8 por ciento para pasar a 25.8 por ciento, así que más de un millón de mujeres pasaron de sobrepeso a obesidad grado uno.
Para ponerlo en perspectiva esta comparación: La mitad de la población de Uruguay, o el total de la población Isla Mauricio, o más del total de la población de Aguascalientes, Campeche, Nayarit y Zacatecas.
El aumento de peso se acompaña del aumento en el riesgo de padecer diferentes enfermedades, entre ellas la diabetes mellitus. Una persona con sobrepeso tiene el 50 por ciento más riesgo de padecer diabetes que una persona en peso normal.
Y esta relación va aumentando conforme se incrementa el peso. Una persona con obesidad grado 1 tiene dos veces mas riesgo, y una persona con obesidad grado 3 tiene 5 veces mas riesgo de padecer diabetes comparado con una persona en peso normal.
En México, aunque con métricas irregulares, se ha reportado que el gasto del gobierno en la atención de la obesidad es de más de 3 mil quinientos millones de pesos anuales, y los costos sociales ascienden a más de 85 mil millones de pesos al año. El 75 por ciento corresponde a gastos por tratamiento médico directo, el 12 por ciento por pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12 por ciento por perdida de ingreso por muerte prematura.
Una persona con obesidad genera mayores gastos en atención médica y tiene una menor productividad laboral. De acuerdo a un reporte del Instituto Mexicano para la Competitividad publicado en el 2015, se estima que se pierden más de 400 millones de horas laborales por diabetes asociada al sobrepeso y obesidad.
El gasto promedio anual que hace un mexicano que padece diabetes es de 707 dólares al año, unos 14 mil pesos aproximadamente. Considerando que el promedio del salario reportado en el IMSS en el 2018 fue de 10 mil 562 pesos mensuales, unos 126 mil pesos anuales, entonces podemos observar que más del 10 por ciento del ingreso anual se destina únicamente en gastos del tratamiento de una sola enfermedad.
A esta cifra hay que sumarle las complicaciones que se van generando con la evolución de la enfermedad y añadirle las horas perdidas de productividad laboral. La cifra crece mientras la enfermedad avanza.
De acuerdo al INEGI durante el 2018 se registraron 703,047 defunciones. De estas la primera causa de muerte tanto para hombres como para mujeres fueron las enfermedades del corazón, en segundo lugar la diabetes mellitus, la tercera tumores malignos y la cuarta enfermedades del hígado.
Estas cifras nos deben de poner a reflexionar tanto a médicos como a la sociedad en general, ya que más de 300 mil personas este año morirán por padecimientos prevenibles, así que es necesario cambiar el enfoque de diagnóstico y de tratamiento de estas enfermedades y pasar a un enfoque de prevención que incluya todas las esferas que influyen en el peso de un paciente.