El 8 de marzo de cada año, se conmemora a nivel mundial el Día Internacional de la Mujer con la intención de poner sobre la mesa temáticas que le permitan al mundo avanzar en la equidad de género. Una lucha mundial en la que el hombre también juega un papel importante. Pero, ¿cuál es ese papel para los varones?
Incluso, a nivel mundial, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) creó una campaña mundial llamada HeForShe, en la que se invita a hombres y a mujeres a respetarse mutuamente y al género masculino a trabajar en favor de ellas y al mismo tiempo ganar para ellos mismos.
Este año, 2017, el enfoque mundial del Día de la Mujer, es la desigualdad salarial entre hombres y mujeres; y en el caso de México, se levanta la voz para protestar contra la violencia hacia ellas.
Descansas: Un hombre libre de prejuicios y mandatos que generan desigualdades y violencia deja de competir e imponer.
Te liberas: Descubres que la masculinidad machista es un sistema aprendido y por lo tanto modificable.
Mejoras: Puedes participar en la construcción de núcleos familiares y comunidades respetuosas, equitativas, democráticas e igualitarias.
Menos violencia social: Dejar a un lado el machismo ayuda en la reducción indirecta de problemas sociales como:
Te arriesgas menos: La masculinidad tradicional afecta a los mismos hombres porque favorece la competencia y las actitudes irresponsables.
La interacción “hombre a hombre” desde este enfoque implica riesgos como:
La mortalidad por accidentes violentos alcanza el 85 por ciento entre los hombres, mientras que en las mujeres es del 15 por ciento; la mortalidad por homicidios es del 91 por ciento entre varones y del 9 por ciento entre mujeres, mientras que el suicidio alcanza una tasa del 79 por ciento entre los hombres y 21 por ciento entre las féminas.
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El machismo no tiene nada bueno: Es dañino y parasitario pues se alimenta de la energía de los demás. Es controlador, violento y favorece actitudes irresponsables.
Aborda el reto desde una perspectiva de género: Eso te permitirá identificar y modificar comportamientos de provocan daños, visibilizar la violencia de género, diseñar e instrumentar estrategias de prevención e intervención y promover y fortalecer la importancia del autocuidado.
Abre tu mente: Debemos aprender a dejar atrás los mandatos machistas para reaprender y poner en práctica una ética personal para colaborar en la creación de familias y comunidades respetuosas, equitativas, colaborativas, democráticas y verdaderamente igualitarias.
Eres pieza fundamental del cambio: Considerando que el problema de la violencia contra las mujeres es propiciado y ejecutado por hombres como consecuencia de la cultura patriarcal, tenemos la responsabilidad de participar en las soluciones.
Cuestiona lo que se conoce como masculinidad: La masculinidad es una construcción social ligada a valores culturalmente aceptados y basados en tener poder y en imponerse.
“Los hábitos masculinos y estilos de vida están orientados al ejercicio de la violencia”.
El hombre como factor de riesgo: Los hombres que se empeñan en vivir en el concepto de masculinidad dominante, se convierten en un factor de riesgo porque actúan con conductas incluso perjudiciales para ellos mismos: son osados, controlan sus emociones, generan resistencia al dolor y también tienen un impacto en su toma de decisiones y en su sexualidad dispuesta en todo momento.
Las consecuencias del machismo son múltiples: Maltrato hacia mujeres e hijos, violencia en el noviazgo, efectos en la salud sexual y reproductiva, limitada participación en la crianza de los hijos, acoso sexual en ámbitos públicos, abandono de los hijos.
Recurre al feminismo: Este cuerpo teórico es muy valioso porque permite la activación de revoluciones pacíficas que nacen en casa; el feminismo construye un soporte cultural, social y político muy necesario en un país como México.
Haz algo desde tu trinchera: ¿Tienes cargos importantes? Úsalos para impulsar la convivencia armónica entre seres humanos priorizando la atención ciudadana.
“Un hombre por la igualdad es aquel que tiene un proyecto de cambio personal y lo está llevando a la práctica. Por ello se replantea una gran parte de sus posiciones, actitudes y conductas, que entiende están determinadas por su proceso de socialización sexista y patriarcal.
“Su objetivo es construir una sociedad en igualdad en la que se haya conseguido superar los roles de género y, para ello, entiende que primero ha de cambiar él” explica el decálogo de la Asociación de Hombres por la Igualdad de Género.
Recuerda que el futuro de la igualdad no está garantizado…¡hay que construirlo!
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