Si no puedes obtener ayuda profesional inmediata, puedes detener una hemorragia o prevenir la infección de una herida con una simple camiseta.
La aplicación de presión generalmente detendrá el sangrado; una camiseta limpia es útil para esto. Colócala entre tu mano y la herida para ayudar a protegerte a ti mismo y a la persona sangrante de los gérmenes de los demás.
Este es el mejor truco: si el sangrado se detiene con la presión pero vuelve a comenzar cuando lo sueltas, puedes hacer un vendaje compresivo para no tener que seguir sosteniendo la camiseta sobre la herida.
Simplemente pega la camisa con cinta adhesiva firmemente sobre la herida y continúa presionando el volumen de la camisa sobre el área lesionada.
Si una pierna, brazo, mano o pie no dejan de sangrar incluso con la presión, es hora de un torniquete. Si bien ninguna solución improvisada funciona tan bien como una comercial, una camiseta puede funcionar si se trata de una emergencia.
Rasga una tira de cinco pulgadas de ancho y de 60 a 90 cm de largo. Dóblalo hasta que tenga unas dos pulgadas de ancho. Envuélvelo sobre la herida y apriétalo hasta que deje de sangrar.
Recuerda: no puedes mantener un torniquete demasiado tiempo sin causar daños graves en los tejidos, por lo que debe buscar la ayuda de un experto lo antes posible.
Para ayudar a prevenir infecciones, es necesario vendar la mayoría de las heridas. Para usar una camiseta para esto, encuentra la más limpia que puedas. Si no está limpia, considera hervirla en agua durante unos minutos y luego dejarla enfriar.
Rasga la camiseta en tiras lo suficientemente anchas para cubrir la herida y dóblalas. También puedes enrollar la camisa en un vendaje. Limpia la herida, especialmente si no podrás obtener ayuda durante más de un par de horas.
Aplica ungüento antibacteriano si lo tienes. Luego, cubre la herida con cinta adhesiva. Busca signos de disminución de la circulación como dedos de los pies fríos, azules o entumecidos.
También puedes usar una camiseta para ayudar a prevenir el agotamiento por calor. Humedece la camisa y vuelve a ponértela o envuélvela alrededor del cuello; tu cuerpo se enfriará a medida que el agua se evapore.
Los posibles signos de agotamiento por calor incluyen fatiga extrema, confusión y fuertes dolores de cabeza. Si comienzas a experimentar estos síntomas, deja de hacer lo que estás haciendo inmediatamente, bebe líquidos y busca una sombra donde puedas descansar.
Si alguna vez has tenido un esguince, sabrás lo que es R.I.C.E. (reposo, hielo, compresión y elevación). Se puede usar una camiseta normal para la compresión. Simplemente envuélvela alrededor del esguince como lo harías con una venda elástica.
No lo envuelvas demasiado apretado y observa si aumenta la hinchazón. También está atento a los signos de disminución de la circulación.
Una camiseta puede ayudar a hacer una férula temporal eficaz para un hueso roto. Comienza envolviendo tiras de la camisa alrededor de la lesión. Toma un palo y colócalo contra la lesión para mantener estable el área fracturada.
En el caso de una fractura de brazo o pierna, el palo debe extenderse por encima y por debajo de las articulaciones en cada extremo del hueso lesionado. Usando tiras de la camiseta, envuelve el palo firmemente en su lugar. Está atento a los problemas de circulación y la hinchazón.
Si te tuerces una articulación, disminuye tus movimientos de inmediato. Aquí es donde entra en juego tu camiseta. Rasga la camiseta en tiras y envuelve la articulación como lo harías con una venda elástica. Recuerda no envolver demasiado apretado ya que los esguinces pueden hincharse bastante.
Estos son los diferentes esguinces que existen y lo que puedes hacer con cada uno.
Simplemente dobla un trozo de camiseta limpia y pégala con cinta adhesiva. Asegúrate de que sea lo suficientemente grueso como para mantener los ojos cerrados. Si no tienes cinta adhesiva, rasga una tira larga separada de la camisa para atarla alrededor de tu cabeza y mantén el parche en su lugar.
Tomado de Reader’s Digest 8 Ways to Use Your T-Shirt to Treat Injuries
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