¿Tus dientes parecen más largos de lo normal? Este es un problema común que puede ser causado por la retracción de las encías. La retracción gingival es un trastorno queafecta a la salud bucodental y, además de las consecuencias estéticas, puede tener repercusiones graves.
¿Qué son las encías retraídas?
Las encías son el tejido rosado que rodea y protege los dientes. La retracción gingival se produce cuando este tejido se desplaza hacia abajo, dejando al descubierto la raíz del diente.
¿Cuáles son las causas de la retracción gingival?
Las causas más comunes de la retracción gingival son:
Enfermedad periodontal: La gingivitis y la periodontitis son enfermedades inflamatorias de las encías que pueden provocar su retracción. Está vinculada a una mala higiene oral que favorece la acumulación de placa bacteriana y de sarro. Cuando ese acúmulo es excesivo, se genera irritación del tejido gingival. En el mismo sentido, la periodontitis es una evolución de una gingivitis que no fue tratada a tiempo. Esa placa y sarro acumulados en exceso forman «bolsas» en los tejidos blandos, alrededor de los dientes. Luego, las bolsas se llenan de bacterias que inician un proceso de infección e inflamación severa.
Mala higiene bucodental: No cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental diariamente puede aumentar el riesgo de retracción gingival.
Cepillado agresivo: Cepillarse los dientes con demasiada fuerza o con un cepillo de cerdas duras puede dañar las encías y provocar su retracción.
Bruxismo: El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, lo que puede dañar las encías y provocar su retracción.
Tabaquismo: El tabaco es un factor de riesgo para la enfermedad periodontal y la retracción gingival.
Ortodoncia: En algunos casos, la ortodoncia puede provocar la retracción gingival.
Piercings en la lengua o el labio: La fricción de los piercings con las encías puede provocar su retracción.
¿Cómo prevenir la retracción de las encías?
Para prevenir la retracción gingival, es importante:
Mantener una buena higiene bucodental: Cepillarse los dientes dos veces al día y usar hilo dental diariamente.
Utilizar un cepillo de cerdas suaves: Evitar los cepillos de cerdas duras que pueden dañar las encías.
Cepillarse los dientes con la técnica adecuada: No cepillarse con demasiada fuerza.
Visitar a tu dentista regularmente: Para que te realice limpiezas dentales profesionales y revise tu salud bucodental.
Evitar el tabaco: El tabaco es un factor de riesgo para la enfermedad periodontal y la retracción gingival.
Controlar el bruxismo: Si sufres de bruxismo, consulta con tu dentista para obtener un tratamiento adecuado.
¿Cuáles son los tratamientos para las encías retraídas?
El tratamiento para las encías retraídas dependerá de la gravedad del problema. En algunos casos, puede ser suficiente con mejorar la higiene bucodental. Sin embargo, puede ser necesario un tratamiento más complejo, como:
Curetaje: Un procedimiento que elimina la placa y el sarro de las raíces de los dientes.
Injerto de encía: Un procedimiento que consiste en tomar un pequeño trozo de tejido de otra parte de la boca y colocarlo en la zona afectada.
Cirugía periodontal: Un procedimiento más complejo que se utiliza para tratar casos graves de enfermedad periodontal.
Si ya tienes un diagnóstico de retracción gingival, el objetivo principal es evitar la reincidencia. Para lograrlo, es fundamental que sigas al pie de la letra las indicaciones de tu odontólogo. Al respetar las medidas recomendadas, podrás recuperar la salud de tus encías y volver a sonreír con confianza.