En el transcurso de nuestras vidas tendremos que afrontar algunas enfermedades ginecológicas que, en realidad, son sumamente comunes, sin embargo, algunas de ellas pueden ser peligrosas, por lo tanto, sin duda debemos de atenderlas en sus primeras señales para no perder nuestra salud integral y una buena salud sexual.
Las patologías ginecológicas son enfermedades que afectan el aparato reproductor femenino. Estas enfermedades interrumpen nuestras actividades, nuestras relaciones e incluso pueden repercutir notablemente en nuestra salud emocional.
Para que no las pierdas de vista y acudas a tu ginecólogo en caso de dudas o molestias, aquí te cuento sobre algunas enfermedades ginecológicas frecuentes y sus síntomas.
Las infecciones vaginales son de las enfermedades ginecológicas más comunes en la vida de una mujer. Naturalmente la vagina tiene hongos (levaduras naturales) y a veces estos crecen demasiado, por esta razón se pierde el equilibrio en la microbiota vaginal y se desencadena una infección.
Su tratamiento es sencillo y eficaz, pero una infección vaginal mal tratada podría volverse Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP). Estos son algunos síntomas:
Todo sangrado vaginal se considera anormal cuando se presenta en niñas prepúberes, mujeres embarazadas y mujeres que han pasado por la menopausia.
No debe perderse de vista este tipo de sangrado porque es un síntoma recurrente en distintas enfermedades ginecológicas sobre todo en la mayoría de los cánceres ginecológicos. Estos son algunos síntomas:
Esta enfermedad ginecológica aparece en los órganos reproductores de la mujer: cuello uterino, ovario, útero, vagina y vulva. Cada uno presenta síntomas que son difíciles de reconocer, por ello es muy importante poner atención a las anomalías del cuerpo.
Algunos de estos cánceres no detectados a tiempo pueden causar la muerte.
Cáncer de cuello uterino
Cáncer de útero
Cáncer de vagina
Cáncer de vulva
La endometriosis ocurre cuando el tejido endometrial está fuera del útero y crece en otras áreas del cuerpo, como los ovarios, en las trompas de Falopio, en la vejiga o en el intestino; el tejido se desprende, pero no sale, debido a esto resulta inflamación dolorosa y tejido cicatricial.
Algunos de sus riesgos son la esterilidad e incluso el cáncer de ovario. Estos son algunos síntomas:
Esta enfermedad ginecológica es una alteración en las células de la superficie del cuello uterino. Las células de esta zona están muy activas en los años donde las mujeres tenemos ciclos menstruales, esa actividad facilita el crecimiento anormal de algunas células cuando se dan ciertas condiciones.
Las alteraciones se dan por la infección del Virus del Papiloma Humano (VPH); esta infección puede producir lesiones llamadas premalignas que, si no se atienden con tratamientos y controles precisos, pueden desarrollarse en cáncer de cuello uterino.
Este problema ginecológico consta de una disfunción endócrina muy común en las mujeres de edad fértil, su causa aún es desconocida. Lo que sucede con el SOP es que no se produce la liberación de uno o dos óvulos maduros durante el ciclo menstrual, esos óvulos permanecen en los ovarios rodeados por líquido.
El SOP no debe perderse de vista pues sus complicaciones pueden desencadenar infertilidad, diabetes, hipertensión y/u obesidad. Estos son algunos síntomas:
Regina Lorente, ginecóloga y obstetra del Instituto Pérez de la Romana de Alicante, en una entrevista para EFE salud recalca la relación tan importante entre las enfermedades ginecológicas y la salud emocional en las mujeres ya que tener algún padecimiento ginecológico puede traer consigo: inestabilidad emocional, depresión, pérdida de autoestima e incluso rupturas de pareja.
La salud sexual femenina va muchísimo más allá del embarazo y del parto; Lorente puntualiza que es momento de darle importancia a síntomas que antes pasábamos por alto y dejar de transmitir la idea de que los problemas ginecológicos de las mujeres son un proceso normal de cambio con los que debemos vivir.
Regina Lorente destaca la importancia de un trabajo multidisciplinario entre ginecólogos, psicólogos e incluso nutriólogos para asegurar la salud y bienestar de las pacientes.
“En el momento en que empieza a haber un problema emocional, como que la mujer no se sienta a gusto consigo misma, empieza a darse una correlación entre los cambios biológicos y su calidad de vida”, afirma la ginecóloga.
Escucha y siente a tu cuerpo, la intuición es muy poderosa. Si sientes que algo no anda bien y crees que podría tratarse de una enfermedad ginecológica ¡hazte caso! Jamás sobra una visita a tu ginecóloga o ginecólogo si tienes dudas y te llama la atención algún cambio.
Tampoco olvides que desde el punto preventivo es importante realizarte una revisión ginecológica cada año. No dejes que nada se te escape. ¡Ya lo sabes! Tu salud sexual es importante, siéntete plena.
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