Enfermedades hepáticas que no se relacionan con el alcohol
Estos padecimientos pueden derivar en cáncer de hígado y existen personas que cuentan con genes que las predisponen al desarrollo de enfermedades hepáticas.
El hígado lleva a cabo 500 tareas para mantener a nuestro cuerpo saludable. El hígado también es el único órgano que funciona como filtro de todo lo que se ingiere, bebe, respira y unta en la piel.
Pero, ¿sabías que el alto consumo de alcohol no es el único factor que puede provocar un cáncer de hígado?
Además, hay que subrayar que los datos revelan que las personas que no declaran que tienen una enfermedad hepática es porque tienen miedo al estigma del alcoholismo, explica la Dra. Laura Ladrón de Guevara, médico especialista en Gastroenterología y Fundadora del Centro de Investigación y Gastroenterología.
Si bien el cáncer de hígado supone la quinta causa de muerte por cáncer en el mundo, tan sólo en México en 2018 hubo 7,265 nuevos casos y 6,868 muertes asociadas a este tipo de cáncer.
La población mexicana cuenta con genes que la predisponen al desarrollo de enfermedades del hígado tales como son la diabetes, el sobrepeso u obesidad y la presión alta.
Por consiguiente, para lograr una detección oportuna de la enfermedad es importante identificar cuáles son los factores de riesgo que podrían derivar en cáncer de hígado. A continuación, las cinco más importantes:
Uno de los principales factores de riesgo para contraer cáncer de hígado es la acumulación excesiva de grasa en el órgano. Esta afección, llamada esteatohepatitis no alcohólica (NASH), es muy frecuente entre personas obesas, lo que las vuelve más propensas el desarrollo de cirrosis.
Además, según estudios de la Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades Hepáticas, la grasa del hígado es un rasgo que se hereda en un 50 por ciento de los casos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la hepatitis B causa anualmente alrededor de 890 mil muertes en el mundo, ligadas directamente al cáncer de hígado.
Sin embargo, la mayoría de las personas que contraen VHB se recuperan completamente en pocos meses, y sólo un porcentaje muy pequeño de portadores se vuelven crónicos teniendo así un riesgo mayor de cáncer de hígado. No obstante, la vacuna contra la Hepatitis B puede también ayudar a prevenir la aparición de este tipo de cáncer.
La condición crónica de infección por hepatitis C es también una de las principales causas del desarrollo de un Hepatocarcinoma y esto se debe en gran medida a la falta de una vacuna que ayude a prevenir la infección por este virus.
Este padecimiento se caracteriza por una excesiva acumulación de hierro en el cuerpo, lo cual con el paso del tiempo origina un daño en los órganos, siendo los mayormente afectados el hígado, el páncreas y el corazón.
El exceso de hierro en el hígado, por ejemplo, puede causar un agrandamiento del hígado, insuficiencia hepática, cáncer de hígado o cirrosis.
“Es un hecho que la diabetes aumenta el riesgo de entre 6 a 24 veces de padecer un cáncer hepático, así que es vital que toda persona que padece diabetes se realice un chequeo que incluya un ultrasonido hepático”.
Es importante mantenernos atentos a cualquier síntoma que involucre cualquier factor de riesgo para nuestro hígado. Ya que detectar temprano una enfermedad, incluyendo un tumor hepático, tiene un mejor pronóstico.