Enjuague bucal ‘mágico’ alivia el dolor de la boca por radioterapia
El enjuague no tiene marca comercial, sino que es más bien una fórmula que puede prepararse con difenhidramina, lidocaína y antiácidos.
Un “enjuague bucal mágico” que contiene difenhidramina, lidocaína y antiácidos reduce considerablemente el dolor producido por la mucositis oral y las úlceras bucales en los pacientes que reciben radioterapia para cáncer de la cabeza y del cuello, en comparación con el placebo.
Esos fueron los resultados de un ensayo clínico fase III, aleatorio, doble ciego, controlado con placebo, llevado a cabo en varias instituciones y dirigido por Robert Miller, oncólogo radioterapeuta emérito de Mayo Clinic. Miller y sus colegas publicaron los resultados en la edición de JAMA en abril.
El enjuague, bautizado como enjuague bucal mágico, no tiene marca comercial, sino que es más bien una fórmula que puede prepararse con difenhidramina, lidocaína y antiácidos.
“Nuestro grupo publicó en el año 2012 un estudio que mostraba que un enjuague bucal de doxepina reducía el dolor de la mucositis oral, comparado con el placebo; pero no se había hecho ningún ensayo aleatorio y controlado para estudiar los posibles beneficios de un enjuague bucal mágico”, anota Miller.
Entre noviembre del 2014 y mayo del 2016, Miller y sus colegas estudiaron a 275 pacientes. Descubrieron que el dolor causado por la mucositis oral era considerablemente menor después de usar el enjuague de doxepina y el enjuague mágico, en lugar del placebo. Asimismo, descubrieron que los pacientes toleraban bien tanto el enjuague de doxepina como el mágico.
“La radioterapia puede provocar úlceras bucales porque su objetivo es eliminar a las células de crecimiento rápido, como es el caso de las células del cáncer. Por desgracia, como las células sanas de la boca también se dividen y crecen con rapidez, pueden sufrir daños durante la radioterapia y eso provoca molestias. Nos contenta haber encontrado un método comprobado para ayudar a tratar este molesto efecto secundario”, anota Terence Sio, oncólogo radioterapeuta de Mayo Clinic en Arizona.
El estudio se llevó a cabo a través de la Alianza para Ensayos Clínicos en Oncología.