Para evitar enfermedades e infecciones en la piel, en el sistema gastrointestinal y en el urinario, se debe tener una buena higiene personal desde la infancia.
Los niños tienen una gran capacidad para aprender, así que desde los primeros años de vida podemos fomentar en ellos buenos hábitos de aseo personal.
Le pedimos a la doctora María Concepción López Villafaña, médica pediatra, que nos diera algunos consejos básicos sobre la higiene de los pequeños.
Haz que se laven las manos con agua y jabón siguiendo este orden: primero las palmas, luego el dorso y, finalmente, entre los dedos.
El baño debe ser diario, desde que los niños son recién nacidos, ya que la piel puede sufrir irritaciones e infecciones incluso a muy temprana edad. Hay que poner especial cuidado al lavar axilas, ingles y otros pliegues donde se acumula el sudor. Para lavar la zona genital de las niñas, hay que separar con cuidado los labios vulvares y usar agua y jabón.
En el caso de los niños, desde recién nacidos se les debe lavar el pene retrayendo el prepucio suavemente a fin de evitar infecciones.
Una vez iniciado el proceso de control de esfínteres, hay que enseñarles hábitos de higiene. En especial en el caso de las niñas, la limpieza de la zona anal debe ser de adelante hacia atrás, para evitar infecciones urinarias. Haz que se laven las manos siempre que vayan al baño.
La higiene bucal debe iniciar desde los primeros meses de vida; con una gasa húmeda, limpia suavemente las encías del bebé y sus primeros dientes. Conforme crezca, haz que se lave los dientes con un cepillo de cerdas suaves adecuado a su edad, y sólo con agua.
Cuando aprenda a escupir, debe usar un poco de pasta de dientes. Enséñale a cepillarse los dientes superiores hacia abajo, los inferiores hacia arriba, y las muelas con movimientos circulares, y a enjuagarse con agua para eliminar el resto de pasta dental. Es importante que los niños se laven los dientes al menos dos veces al día.
La manera correcta de limpiarse la nariz es oprimiendo primero una fosa nasal y luego la otra, nunca las dos a la vez.
Lava las orejas del niño con agua y jabón y sécalas suavemente con una toalla. No hay que usar hisopos ni introducir otros objetos porque se puede dañar el tímpano.
Las uñas deben estar limpias y recortadas, ya que en ellas pueden alojarse gérmenes.
El cambio de ropa, tanto interior como exterior, debe ser diario. El calzado debe estar lo más limpio posible.
Dormir bien también forma parte de la buena salud. Por lo general los niños de edad preescolar deben dormir entre 10 y 11 horas diarias, y los de edad escolar, entre 9.5 y 11 horas todas las noches.
Establece una hora fija para ir a la cama, y una rutina que elimine distracciones y cree un ambiente de relajación: cuéntales un cuento a los niños, cántales una canción de cuna y despídete con un beso de buenas noches.
Establece rutinas para la hora de levantarse, hacer las comidas, realizar la tarea escolar, jugar y bañarse. Define el tiempo para ver televisión y la hora de dormir. Pon límites firmes pero amorosos.
No olvides que los adultos somos un ejemplo para los niños, y que ellos aprenden lo que ven y escuchan. Seamos congruentes para evitarles confusiones.
El salmón, ese pescado de carne rosada y sabor suave, es mucho más que un…
¿Quieres sentirte más joven y lleno de energía? El calostro bovino puede ser la clave.
Tres expertos veterinarios nos ofrecen algunos consejos para acampar con perros, desde cómo prepararte y…
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Esta web usa cookies.