Entre niños: Mi hija Frida, se negaba a ducharse
Cierta vez mi hija Frida, de cuatro años, se negaba a ducharse. Mi esposa le dijo que, si no lo hacía, se le caería el cabello...
Cierta vez mi hija Frida, de cuatro años, se negaba a ducharse. Mi esposa le dijo que, si no lo hacía, se le caería el cabello. Un día, mientras ambas estaban formadas en la caja de un supermercado para pagar las compras, la niña notó que cerca de ellas estaba un hombre con calvicie. “Mira, mamá”, exclamó Frida sorprendida y en voz alta. “¡A ese señor se le cayó todo el cabello por no bañarse!”.
Fernando Solís, México
Hace mucho tiempo, cuando me tocaba atender la tienda de abarrotes de mi familia, llegó una niña de unos cinco años. Tras estirarse para alcanzar la parte superior de la vitrina donde estaban los dulces, colocó 5 centavos sobre ella y señaló una barra de chocolate que costaba 25. Cuando le expliqué a la pequeña que le faltaban 20 centavos para pagar la golosina, un hombre que estaba dentro de la tienda, bebiendo un refresco, dijo:
—Dele el chocolate, yo pago la diferencia.
Completamente azorada, la niña se volvió hacia él y repuso:
—Mi mamá me ha dicho que no acepte nada de desconocidos, señor. Pero si usted insiste…
Óscar Reza, México
Mi hijo de dos años es bastante dramático. El otro día entró en mi habitación, llorando.
—¿Qué sucede, cariño? —le pregunté.
—¡No tienes una idea! —respondió, al tiempo que se llevaba la mano a la frente.
Tiffany Sutherland, Canadá
Cuando era pequeño, a mi hijo mayor le gustaba mucho ver los programas del canal Animal Planet. Una tarde, mientras jugaba con unos animales de plástico, volteó a verme y dijo: “¿Verdad que yo también soy un macho dominante?”.
Alfonsina Hernández, México
Un fin de semana, mi nieto Jesse, de cinco años, y mi nieta Kennedy, de cuatro, pasaron la noche en mi casa. A la mañana siguiente, mientras me ponía un poco de crema en el rostro, la niña me vio con curiosidad, tratando de averiguar qué era. Para evitar que la usara sin permiso, le expliqué:
—Es un tratamiento antiarrugas.
Con un gesto completamente serio, Kennedy respondió:
—Pues no está funcionando, abuela.
Sharon Hart, Reino Unido
“¡No hay nada peor que un montón de piezas de Lego tiradas por todo el piso!” exclamé, antes de resbalarme con una canica.
@funnyisfamily
No quiero ser aguafiestas, pero nos dirigimos al zoológico, donde mi hijo de tres años espera ver un dragón.
@dadpression
Mi hijo Michael había engullido la mitad de un tazón de guacamole cuando le pregunté si le había gustado. “Está bastante bueno”, respondió, “pero creo que me gustaría mucho más sin el aguacate”.
@CarrieBaayen
“Estoy muy aburrido. No hay nada que hacer”, dice mi hijo mientras mira, por la ventana y con nostalgia, los juegos, la cama elástica y las bicicletas que hay en nuestro patio.
@cheeseboy22