Entre niños: Luego de un día de paseo…
Luego de un día de paseo por el parque, mi familia y yo decidimos ir al centro comercial. Mi hija menor, entonces de seis años...
Luego de un día de paseo por el parque, mi familia y yo decidimos ir al centro comercial. Mi hija menor, entonces de seis años, vio que varios niños llevaban consigo globos, y le dijo de manera insistente a mi esposo:
—¡Papi, quiero uno!
Mi marido, conociendo lo obstinada que puede ser la niña, pretendió darle una cátedra explicando que los padres no están para darle a los hijos lo que ellos quieren, sino lo que necesitan. Sin perder oportunidad, la pequeña respondió:
—Entonces, papi, ¡necesito un globo!
Cecilia Renneberg, Colombia
La primera vez que llevamos a nuestros dos hijos pequeños a un restaurante formal, mi esposo ordenó una botella de vino junto con la comida, como suele hacerlo. Una camarera se acercó a nuestra mesa e inició el ritual del descorche para después ofrecerme un poco de vino a manera de prueba. Sin embargo, antes de que yo pudiera dar un sorbo, mi hijo menor exclamó: “Mamá se sirve mucho más en la copa que tiene en la casa”.
Josie Drurie, Reino Unido
En una ocasión, cuando mi sobrina Lupita cursaba el preescolar, quisimos ayudarle a recordar lo que había aprendido en la semana. Mi hermana dibujó “+” en un pedazo de papel y le preguntó:
—¿Sabes qué signo es este?
—Un más —respondió Lupita.
—¿Y para qué sirve?
Con aire de autosuficiencia, la niña dijo:
—¡Ay, pues para subirle el volumen a la tele, mamá!
Martha Cuatecontzi, México
Hace algunos años viajé con mis hijos a Cuba como un descanso del frío invierno de Quebec, la ciudad donde vivimos. Tomamos un vuelo que salía a las 3:00 a. m., de modo que los niños se quedaron dormidos inmediatamente después de subir al avión y no despertaron en todo el viaje. Cuando aterrizamos, les informé que habíamos llegado a nuestro destino. Tras mirar por la ventanilla, mi hijo de tres años exclamó: “¡Qué rápido se derritió la nieve!”.
Annie Marcoux, Canadá
Las cosas como son
Ser padre o madre consiste en…
Pasar 50 por ciento del tiempo organizando cosas agradables para los niños y 50 por ciento amenazándolos con cancelarlas.
@fluffysuse
Pasar 20 por ciento del tiempo con tus hijos, prodigándoles amor y consejo, y 80 por ciento buscando sus zapatos.
@cheeseboy22
Pasar 90 por ciento del tiempo respondiendo preguntas y 20 por ciento rogando que a tu retoño no se le ocurra hacer alguna relacionada con las matemáticas.
@elishadacey