Entre niños: Sabios consejos
Tomen nota quienes están pensando en tener hijos. El otro día, mi hija de dos años hizo una rabieta enorme porque no podía deshacerse...
Sabios consejos
Tomen nota quienes están pensando en tener hijos.
El otro día, mi hija de dos años hizo una rabieta enorme porque no podía deshacerse de su sombra.
@XplodingUnicorn
Antes de tener un hijo, lo más importante que debes preguntarte es: “¿Estoy preparado para ver exactamente el mismo dibujo animado una y otra vez durante los próximos cuatro años?”.
@Robfee
Cuando le preguntaron cómo le había ido en su primera visita a la playa, Adam, mi sobrino de cinco años, dijo: “Estaba muy sucia, ¡había arena por todas partes! Deberían usar la aspiradora más seguido”.
@Naima_Shaikh
Al hijo de una amiga mía le regalaron una calculadora para la escuela. El fin de semana previo al regreso a clases tras las vacaciones de verano, noté que el niño miraba fijamente el aparato electrónico, así que le pregunté:
—¿Estás calculando algo?
Sonriendo de oreja a oreja, el pequeño contestó:
—Sí, ¡cuántos días faltan para las vacaciones de Navidad!
Catherine Hiscox, Reino Unido
Una noche, cuando mi hija tenía tres años, decidió tomar una siesta en la cama junto a nosotros. Supongo que en determinado momento sintió que el lugar estaba muy abarrotado, pues exclamó: “¡Hay mucha gente en esta cama! Papi, ¿por qué no te vas a dormir al suelo?”.
babygizmo.com
En una ocasión mi hijo se despertó molesto porque no encontraba sus gafas. Pero lo que realmente lo hizo enfurecer fue cuando le dije que él ni siquiera usaba lentes.
@WorkingMom86
El grupo de kínder al que pertenece mi hijo estaba aprendiendo sobre los planetas. Un día, durante el recreo, la maestra se dio cuenta de que él estaba jugando a llegar al Sol en una nave espacial. Le preguntó si se acordaba de que el astro está formado por plasma caliente.
“Claro”, contestó el niño, “¡pero le eché agua primero!”.
Wendy Mercier, Canadá
Cierta vez, Caleb, mi nieto de cuatro años, me estaba contando sobre el nuevo gato que tenía su vecino. Por la descripción de las travesuras que hacía el animal, supuse que se trataba de uno muy joven.
—¿Cuántos años tiene el gato? —le pregunté.
—No muchos —contestó Caleb—, todavía no va a la escuela.
Margaret Peterson, Estados Unidos
Warren, mi sobrino de cinco años, entró corriendo a la cocina y le preguntó a su mamá:
—¿Puedes servirme leche, por favor? Solo leche, sin chocolate.
Cuando su hermana de tres años lo escuchó, le dijo a su mamá:
—¿Y a mí puedes darme chocolate, por favor? Solo chocolate, sin leche.
Sara Cheslock, Canadá