Entrenamiento de vejiga: Controla la incontinencia

La incontinencia urinaria es una preocupación que afecta a millones de personas, impactando significativamente su calidad de vida. Si tienes vejiga hiperactiva, es probable que experimentes una necesidad urgente de orinar, incluso cuando tu vejiga no está llena. Esta sensación, conocida como incontinencia de urgencia, puede convertirse en una molestia constante, limitando tus actividades diarias y tu bienestar emocional.

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Afortunadamente, el entrenamiento de la vejiga se presenta como una solución efectiva y no invasiva para controlar la incontinencia urinaria. Este enfoque terapéutico se basa en aprender a orinar de manera programada y fortalecer los músculos pélvicos a través de ejercicios específicos. Con el entrenamiento adecuado, muchas personas han logrado recuperar el control y mejorar su calidad de vida.

Técnica de entrenamiento de la vejiga: paso a paso

A continuación, te presento una guía práctica para comenzar tu entrenamiento de la vejiga:

  1. Lleva un diario: Durante uno o dos días, registra las veces que orinas o experimentas pérdidas de orina.
  2. Calcula tu frecuencia: Determina cuántas horas, en promedio, esperas entre visitas al baño durante el día.
  3. Establece un intervalo: Basándote en tu frecuencia habitual, establece un intervalo inicial para el entrenamiento que sea 15 minutos más largo. Por ejemplo, si normalmente necesitas orinar cada hora, establece tu intervalo en una hora y 15 minutos.
  4. No te apresures: El día que comiences tu entrenamiento, vacía tu vejiga por la mañana y no vuelvas a ir hasta alcanzar el intervalo de tiempo establecido. Si sientes la necesidad antes de tiempo, intenta retrasar la evacuación utilizando técnicas como los ejercicios de Kegel o simplemente esperando cinco minutos adicionales.
  5. Aumenta el intervalo: Una vez que hayas alcanzado el intervalo inicial, aumenta el tiempo en 15 minutos adicionales. Con el tiempo, es posible que puedas esperar más y experimentar una reducción en la frecuencia de la necesidad de orinar. Después de cuatro a ocho semanas, si notas mejoras, lleva un segundo diario y compara los resultados con el primero para evaluar tu progreso.

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Este proceso de revisión y comparación no solo refuerza tu entrenamiento, sino que también te brinda una visión clara de tus logros en el control de la vejiga. ¡Comienza hoy mismo y recupera el control de tu vida!

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