Erradica esas molestas aftas con estos remedios caseros
Son muy pequeñas, pero ocasionan gran dolor, así que para frenar las molestias y deshacerse de las aftas con mayor rapidez te dejamos estos consejos.
Ese misterioso malestar es médicamente conocido aftas, suele aparecer en racimos en el interior de los labios o mejillas, alrededor de las encías o en la lengua.
Pueden ser blancas o amarillentas con un halo rojo y del tamaño de la cabeza de un alfiler (o incluso más grandes).
Se desconocen las causas que producen las afatas, pero se cree que parte del problema es un mal funcionamiento del sistema inmunológico. Una situación estresante o una herida bucal normalmente desencadenan la enfermedad.
Un tipo de extracto o regaliz llamado ‘deglicirrizinado’ o DGL detiene las aftas. Se vende como obleas masticables en algunas tiendas naturistas: mastica una oblea dos veces al día.
Parte una cápsula de vitamina E y exprime el contendio en la úlcera varais veces al día.
La savia de la sábila —la omnipresente planta de los ‘primeros auxilios’— puede dar alivio. Exprime un poco del jugo de una hoja de aloe vera. Seca el afta con algodón y luego úntate la savia. Repítelo las veces necesarias.
Mastica una tableta de Pepto Bismol o Melox, colócala sobre las aftas y déjala que se disuelva. El punzante dolor de las úlceras bucales es causada por ácidos y enzimas digestivas que devoran el tejido del afta. La tableta neutralizará los ácidos y acelerará la curación. No excedas la dosis recomendada.
Usa un poco de leche de magnesia como enjuague bucal o aplícalo en las aftas tres veces al día.
Aplica durante cinco minutos sobre el afta una bolsita de té húmeda. El té es alcalino, lo cual neutralizará los ácidos que atacan el absceso.
Aplícate un anestésico tópico como Anbesol líquido o gel Rinstead (fabricados con benzocaína). No duran mucho, por lo que conviene untarlos varias veces al día sobre las aftas.
Prueba gel oral para bebé, pues tiene un suave efecto calmante.
Deja disolver una pastilla contra el dolor de garganta (fabricada con fenol). Eso aliviará el dolor.
Mezcla una cucharada sopera con 20 pedacitos de peróxido de hidrógeno en medio vaso de agua. Añade una cucharita de bicarbonato de sodio y una de sal; revuelve hasta que se diluyan. Enjuágate con esa solución y escúpela.
El peróxido de hidrógeno es un poderoso desinfectante, muy útil, pues las aftas son una herida susceptible de contaminarse, lo que empeora el dolor. Y como el bicarbonato de sodio es alcalino brinda alivio al neutralizar los ácidos.
Para acelerar la curación aplica sobre las aftas tintura de cúrcuma canadiense tres veces al día una hora antes de la comida. Esta hierba posee suaves propiedades antibacteriales.
Vierte una sola gota de aceite de árbol de té en el afta.
Prepara té de cálendula, mejor conocida como maravilla, que ha sido usada durante siglos para tratar cortaduras leves, piel agrietada o irritada y picaduras de insectos. Añade una o dos cucharaditas de pétalos secos en una taza de agua hirviendo. Deja reposar diez minutos y deja enfriar. Haz gárgaras y enjuágate con este té cuantas veces desees.
Infinidad de expertos creen que la lisina, un aminoácido, es indispensable para curar una deficiencia vinculada con las úlceras. Toma 1000 mg de lisina tres veces al día con el estómago vacío.
Se cree que la equinácea es capaz de reforzar el sistema inmunológico. Toma 200 miligramos tres veces al día en cuanto detectes el brote de un afta. Alerta: no tomes equinácea si sufres de padecimientos autoinmunes como lupus, o enfermedades progresivas como esclerosis múltiple o tuberculosis.
El cinc ayuda a sanar más rápido las heridas bucales como las aftas. A los primeros signos toma 25 mg de pastillas de cinc hasta que desaparezca la úlcera. No excedas la dosis porque podrías intoxicarte.