Uno de los errores más frecuentes es creer que debes empezar a secarte el cabello recién salida de la regadera. Pero la realidad es que tu cabello es más propenso al daño cuando está mojado. Y entre más tiempo se le aplique calor, más daño sufre, así que tu meta es reducir la exposición al calor.
El cabello debe estar de un 50 a un 60 por ciento seco antes de empezar a usar la secadora. “Retira la mayor cantidad de humedad que puedas con la toalla, y deja que tu cabello se seque por 10 o 15 minutos antes de empezar”, recomienda Becca Sible, vocera de amika.
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Un error común –y una fuente importante de frizz– es envolver el cabello en un turbante o frotarlo con la toalla. Hacer esto último puede dañarlo. De acuerdo con Stefani Padilla, fundadora de La Tierra Sagrada Hair, el método correcto es apretar suavemente el cabello con la toalla para que esta absorba el exceso de agua.
La preparación es clave. Además de proteger a las fibras del calor y del daño provocado por la tensión, los productos te ayudarán a obtener el look que deseas y, con ello, mejorar el desempeño de tu secadora. Antes de encenderla, aplica un protector térmico que ayude a proteger tu cabello del daño provocado por esta herramienta.
Sí es posible abusar de lo bueno. “No hay que aplicar demasiado producto”, dice Jennifer Lawrence, estilista en Julien Farel Restore Salon. El exceso de producto (shampoo, acondicionador, mousse) aumentará el peso del cabello y hará que produzca aceite de más.
La cantidad de producto a aplicar dependerá del grosor de tu cabello. Las fibras más finas y delgadas requieren el equivalente de una moneda de 50 centavos, y según el grosor, incrementar a partir de ahí.
“Muchos de mis clientes preguntan si el tipo de secadora que usan es importante. La respuesta es sí”, dice Padilla. Una buena secadora puede marcar toda una diferencia al momento de peinar. Dependiendo de la calidad de tu secadora, podrías estar causando más daño del que crees.
Invertir en una buena herramienta no solo conservará la salud de tu cabello, sino que reducirá el tiempo que pasas secándolo y creará un mejor resultado. ¡Y no necesitas gastar una fortuna! “Busca una secadora con varios niveles de calor y con tecnología de iones”, recomienda Johnny Lavoy, estilista de celebridades.
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Asegúrate de que has pre-secado tu cabello antes de que empieces a peinarlo. Pre-secarlo significa pasar la secadora por todo el cabello antes de empezar a dar forma a cada sección. Las fibras más delgadas deben pre-secarse al 80 por ciento, y el cabello grueso al 50 por ciento. “Eso reducirá tanto el tiempo de estilizado como el quiebre”, explica Sible.
Si secas todo tu cabello al mismo tiempo (después de pre-secarlo), lo estás haciendo mal. “Voltear tu cabeza hacia abajo, o apuntar la secadora solamente a la parte superior de tu cabello puede dañarlo”, dice Lavoy. “Dividirlo en secciones es muy importante, pero es lo que menos hacemos. Parece un paso adicional, pero a la larga, dividirlo hará que el proceso sea más fácil, más rápido, y te dará el look profesional que deseas”, dice Padilla.
Divide el cabello en secciones más pequeñas (no más anchas que tu cepillo). Empieza por la nuca y ve subiendo. “La sección delantera será la más visible, así que invierte tiempo aprendiendo a controlar esta área”, dice Sible.
Las raíces tardan más tiempo en secarse que las puntas. Como no hay que aplicar más calor del necesario, enfócate en las raíces antes de pasar a las puntas o podrías deformar las ondas, abrir las puntas y quebrar las fibras. “Incrementa el volumen al darle dirección a las raíces, y seca las puntas siguiendo su caída natural”, dice Sible; para hacerlo, eleva cada sección del cabello y dirige el calor hacia las puntas.
No seques el cabello hacia abajo, porque eso hará que se vea plano y sin vida. Crea tensión con un cepillo redondo mientras vas bajando y te diriges hacia la parte media del cabello. Mantén el flujo de aire en la dirección natural del cabello y redondea las puntas hasta que obtengas una sección suave y seca.
Los cepillos son una herramienta esencial para crear el look que deseas. Los cepillos redondos de cerámica combinan tensión y control para ofrecer resultados brillantes y libres de frizz. Recuerda, ¡el tamaño importa! Para más cuerpo y volumen, usa un cepillo más ancho. Para definir los rizos, usa un cepillo redondo estrecho. “También deshazte de los cepillos de metal, que se calientan demasiado y pueden quemar el cabello”, advierte Sible.
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Las secadoras incluyen accesorios por una razón, aunque no solemos aprovecharlos. “El difusor nos ayuda a crear esa apariencia suave y brillante que deseamos”, dice Padilla. “También ayuda a definir mejor los rizos y protege el cabello del calor, que es lo que provoca frizz. “De hecho, usar una secadora sin difusor puede dañar la cutícula y la textura de tu cabello”.
Las secadoras tienen varios niveles de calor, y no todos sirven para cada tipo de cabello. “El cabello más grueso puede resistir una temperatura alta, pero quienes tengan cabello fino deben usar una temperatura menor”, explica Lavoy.
Y no olvides la función de aire frío. “Usa este nivel para terminar el secado. Cierra la cutícula, aumenta el brillo y ayuda a que el peinado dure más tiempo”, dice Padilla.
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