Como sociedad nos encontramos en un punto de inflexión en el que tenemos que adaptarnos a una nueva realidad. Frente a la pandemia Covid-19 somos más conscientes que las decisiones que tomamos hoy se reflejarán en un futuro quizá no tan lejano. Este fenómeno también nos invita a reflexionar sobre nuestra forma de consumo, que hoy más que nunca, debe tener como premisa la sustentabilidad.
El concepto de sustentabilidad nace de la importancia de garantizar la disponibilidad de los recursos del planeta para las presentes y futuras generaciones. Esta tendencia contempla la protección ambiental, la justicia social y el desarrollo sostenido de la economía. Para explicarlo más claro: una mejor calidad de vida para todos y un menor impacto en el planeta.
Para contribuir con el cuidado del planeta y quienes lo habitamos podemos echar mano de un decálogo que te ayudará a involucrarte en el universo de las compras sustentables:
Cada decisión de compra tiene impacto en cadena. Como comprador puedes buscar productos de alta calidad y gran duración producidos en circunstancias justas.
Razona y minimiza tu consumo atendiendo a necesidades reales, no solo impulsos. En general, comprar más no te hará más feliz.
Pregunta sobre las alternativas de frutas, verduras, cereales o granos de temporada que quizá no habías probado en los mercados o locales de tu comunidad. Ayudarás a su economía y tendrás mayor variedad alimentaria para elegir.
Compra a granel y evita los empaquetados en exceso. No nos cansaremos de decirte: lleva tus propias bolsas o envases.
Podrás darles una segunda vida como contenedores, decoración o a través de alguna manualidad. Te sorprenderías de lo que se puede hacer.
Ahorrarás dinero y evitarás tirar comida a la basura. Si tienes sobrantes hay opciones de recetas para que los puedas aprovechar.
Infórmate de cada uno de los impactos y costos de un producto durante su ciclo de vida (producción, distribución, uso y disposición). De igual forma evita adquirir productos de uso limitado.
Es recomendable decantarse por productos elaborados con recursos renovables, reciclados y biodegradables. Estos no se agotan con su utilización, pues vuelven a su estado original. Un ejemplo son las fibras naturales y el vidrio.
Al comprar elige materias primas naturales como algodón, lino y cáñamo orgánicos, seda paz o tela reciclada. Busca opciones sostenibles en pequeñas boutiques de barrio o en tiendas online.
Si una prenda ya no te gusta, no la deseches, piensa en la posibilidad de modificarla, intercambiarla o reutilizarla. Evita la fast fashion o moda desechable.
Si requieres comprar electrodomésticos, considera los que tienen menor consumo energético indicado en las etiquetas y para saber si sus materiales se recuperarán al terminar su vida útil.
Cada una de las acciones que hagamos por el planeta también será por todos sus habitantes. Toma la opción y disminuye tu huella ecológica ya.
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