Hay razas de perros que tienen habilidad nata para aprender a nadar y otras a las que les cuesta trabajo pero que podemos enseñarles con un poco más de dedicación, así que la idea que tenemos de que los perros saben nadar desde su nacimiento es un mito.
Cuando los metemos al agua sin preparación previa, los perros mueven sus patas rápidamente para evitar ahogarse, lo que les puede causar mucha ansiedad o estrés, es importante considerarlo para cuando sea la primera vez que tiene contacto con el agua y así, evitar que sea una experiencia poco agradable.
Lo ideal sería enseñarlo a nadar cuando es un cachorro, sin embargo, también puedes enseñarlo si ya es adulto, solo recuerda que el primer contacto del perro con el agua debe ser una experiencia divertida y que conviene elegir lugares poco profundos para sus primeros chapuzones.
Si es su primera vez en el agua te recomendamos ir preparado. A continuación, te compartimos algunos consejos:
Para los primeros días en el agua pueden ir a la orilla de un lago o usar una piscina pequeña, esto ayudará a que el perro adquiera confianza en sí mismo. Para un animal primerizo es bueno que el primer contacto de sus patas con el agua sea en superficie y que el ambiente sea cálido para que el agua tenga buena temperatura y lo disfrute.
Los perros tienen dificultad para concentrarse o pueden ponerse nerviosos si hay mucho ruido o actividad cercana.
Te recomendamos que comiences con juegos clásicos como aventarle la pelota, el frisbee o perseguirlo. Esto ayudará a que el perro se agote y le motive entrar poco a poco al agua para refrescarse.
Lleva los juegos al agua, si tu perro entra para traer la pelota, recompénsalo con un premio, repite el ejercicio hasta que veas que se ha familiarizado con el agua. Asegúrate de llevarle galletas saludables porque te ayudarán a reforzar positivamente el aprendizaje de tu mascota durante la práctica, además de que son un complemento a su alimentación y no lo estarás sobrealimentándolo.
¡Ya lograste que tu perro sea amigo del agua! Ahora enséñale a nadar en lugares más profundos:
De preferencia entra con él al agua, tu participación y apoyo son importantes para animar al perro a entrar al agua, somos el mayor referente de confianza y seguridad. Usa un flotador especial para apoyarlo, puedes buscarlo en tiendas en línea.
Usa una correa para amarrarlo al cuello y otra del cuerpo, esto ayudará a que logren una corrección de postura para que tenga las cuatro patas dentro del agua y aprenda a flotar y nadar. Ensayen en un trayecto de ida y vuelta para que se haga consciente de que está logrando flotar y al mismo tiempo puede avanzar.
Hazlo por intervalos de tres minutos, luego sácalo del agua para cansarlo nuevamente con juegos divertidos y vuélvelo a meter para que se refresque.
Te aconsejamos que hagan esta secuencia al menos una vez a la semana y aproximadamente en un mes y medio lograrás tener un perro más adaptado al agua y listo para un chapuzón en la playa, su instinto a flotar te ayudará a que aprenda muy rápido.
Considera que no todas las razas de perro tienen las mismas aptitudes para aprender a nadar, hay ciertos grupos de perros que son nadadores naturales, mientras que otros deben tomar algunas lecciones previas.
El Labrador, Cocker Spaniel, Golden Retriever o Terranova son algunos de los perros que nacen listos para el agua debido a que tienen patas palmeadas, que les sirven de aletas y su frondoso pelaje, que le da impermeabilidad.
El Bulldog, Pug, Boston TerrierGalgo y razas braquicéfalas necesitarán algunas lecciones para adiestrarlos por sus patas cortas y su dificultad para respirar. Recuerda que, en ningún caso, debes forzarlo, su seguridad es la pauta esencial.
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