Eso, el espeluznante regreso del clásico de terror
It (Eso) está de regreso en esta adaptación cinematográfica de la novela clásica de Stephen King. Aterradora y divertida.
En esta nueva versión de IT podemos apreciar un apego mucho más fiel a la novela de Stephen King, pues respeta el argumento de la historia original, una visión más actualizada de lo visto en la miniserie de 1990, con algunos cambios ligeros sin alterar la trama.
Mucho más gore por momentos, ligeramente más oscura. La música incidental es excelente, ambientada con clásicos del Goth N’ Roll y Thrash Metal ochentero.
Andy Muschietti (Mamá), director de la cinta, nos hace revivir nuestros recuerdos de la infancia, pues nos evoca a situaciones de la niñez como el salir a jugar con los amigos, andar en bicicleta, el primer amor o amor platónico, las aventuras que solo se viven y se guardan entre las amistades de la infancia, etcétera. Muschietti tuvo la atinada idea de cambiar de época el desarrollo de la película, de los años 50 –que nos remontaba la miniserie– pasamos a los 80 en este film, época en que el cineasta creció.
Al ser una adaptación fiel al espíritu del libro original, cuando menos en esta primera parte, pues se espera una segunda entrega con los personajes en etapa adulta (como lo vimos en la miniserie). Se aprecia esa pasión y reverencia con la que Muschietti maneja la obra del maestro Stephen King. Es cierto que presenta algunas alternativas, pero no se arriesga, el discurso y la fantasía de King están plasmadas, sin más, sin rebuscar nada, sin tratar de “innovar” y querer mostrar más de lo que no es, sin caer en lo que la mayoría de los remake: un afán de introducir o cambiar la esencia de la historia, Andy afortunadamente no lo hace y se le agradece.
El payaso Pennywise de Bill Skarsgård no tiene el mismo protagonismo que tuvo Tim Curry en la versión de 1990, sin embargo, sus apariciones son contundentes, aplastantes, de mucha tensión y horror. Su trabajo se limita a eso ¡sí a Eso! ser ese monstruo misterioso del pueblo de Derry.
It es una película espeluznante, emotiva, muy cercana, comercial, y “bonita”. Este adjetivo puede parecer contradictorio en un filme de horror, pero no es así, Muschietti logra mantenernos con tensión y a la vez, disfrutar ese compañerismo y amor preadolescente de este grupo de amigos infantes de los años 80. Eso es una interesante experiencia cinematográfica, es una cinta amena y aterradora en sus 2 horas y cuarto que dura.
La película cuenta la historia de siete jóvenes marginados que crecen en el pueblo de Derry, Maine, y que se autodenominan: Club de Perdedores. Por una razón u otra, cada uno de ellos es un segregado social y se convierten en un blanco particular para recibir los maltratos de la pandilla local de bullies… cada uno de ellos también ha visto cómo sus miedos más temidos se materializan en la forma de un antiguo depredador que cambia de apariencia a placer, a quien llaman IT (ESO).
Desde su fundación y a lo largo de su historia, Derry ha sido el territorio elegido de esta entidad para cazar a sus víctimas, cuando cada 27 años emerge de las alcantarillas para alimentarse de los miedos de las presas que ha elegido: los niños de Derry.
Un verano especialmente horrorizante, el Club de Perdedores se une y refuerza sus lazos para ayudarse a enfrentar sus miedos personales y así detener el ciclo de asesinatos que inició un día lluvioso, cuando un pequeño perseguía su barco de papel atrapado en una corriente de agua en la calle formada por la tormenta y que se dirigía directamente… a las manos de El Payaso Pennywise.
Y sí, los globos flotan y tú también flotarás…