Papas fritas, chocolate, queso. Hay alimentos de los que simplemente no podemos tener suficiente. Y resulta que hay una buena razón por la que estamos enganchados.
Ese tazón de M&Ms en el escritorio de tu compañero de oficina es una tentación deliciosa, una golosina de crujiente chocolate difícil de resistir. Lo que sabemos es que el chocolate es uno de los alimentos más adictivos que hay porque brinda el mismo placer centrado en el cerebro que el alcohol y algunas drogas, de acuerdo a un estudio del 2011 dirigido por la Universidad Drexel.
También deja un rico “sabor de boca”, que estimula la producción de oxitocina, otra hormona de bienestar, de acuerdo con Dan DeFigio, autor de Beating Surgar Addiction for Dummies. “Con el tiempo, nuestro cerebro empieza a buscar ese golpe de dopamina, y cada vez que comemos chocolate, refuerza la conexión” comenta.
Si has revoloteado alrededor de un plato de quesos apilando cubos, te tranquilizará saber que no eres el único. El queso, que generalmente es alto en calorías y colesterol, también contiene una sustancia llamada casomorfina que se adhiere al opioide o receptores de bienestar en el cerebro.
“La casomorfina se fija a los neurotransmisores del cerebro y libera dopamina, que normalmente nos deja con ganas de más”, dice Neal Barnard, autor de The Cheese Trap, agregando que el promedio de americanos al día de hoy consumen 30 libras más de queso por año de lo que consumían hace 100. “A pesar de que el queso tiene sus beneficios, también puede ser seriamente adictivo”.
Alcanza un bol de papas fritas, nachos, o pretzels una y otra vez, y sabrás que algo está pasando en el frente de la adicción. Y, mientras no hay un elemento particular en esta comida que se enlace con los receptores específicos del cerebro para causar euforia, estimulación, o comportamiento adictivo, existe algo más en juego.
“Los carbohidratos simples son “adictivos” porque causan una rápida liberación de glucosa, y esto eleva la energía de una persona”, dice Celina Jean, una nutrióloga de Austin, Texas. “Esta energía será inmediatamente utilizada, y después te sentirás forzado a comer más para mantener tus niveles de azúcar altos”.
Ya sea el queso mozzarella salado y fibroso, la masa esponjosa o el azúcar en la salsa de jitomate, la pizza ocupa el primer lugar en comida adictiva, de acuerdo a un estudio reciente de la Universidad de Michigan. Eso es porque cuando la comes, el azúcar en tu sangre se eleva de golpe, y cuando baja sientes hambre y quieres más.
Tomado de rd.com The Most Addicting Foods on the Planet
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