El gruñido de tu barriga no está solo en tu cabeza (o vientre) después de haber tomado una o dos bebidas. Beber alcohol realmente puede hacer que tengas más hambre, según un estudio de 2017 realizado por el Instituto Francis Crick en el Reino Unido. Puede ser la razón por la que ese vaso de vino tinto o vodka con frecuencia te provoca antojo de bocadillos.
La investigación de dos años, publicada en Nature Communications, analizó cómo el alcohol etanol afecta el cuerpo, el cerebro y las acciones de los ratones. A los ratones se les dio el equivalente de alrededor de una botella y media a dos botellas de vino durante un período de tres días.
El alcohol encendió ciertas neuronas, llamadas AgRP, ubicadas en el hipotálamo, lo que aumentó el apetito. Creen que ocurre una reacción similar en los humanos.
“Nuestro estudio muestra claramente que el área principal del cerebro responsable de comer (el hipotálamo y sus neuronas AgRP) se ve directamente afectada y excitada por el etanol, y que los ratones responden muy fuertemente a su exposición comiendo en exceso durante varias horas después”, según los coautores del estudio.
Los investigadores repitieron el experimento nuevamente, pero esta vez bloqueando las señales de las neuronas AgRP, y encontraron que los ratones comían menos, lo que sugiere que las neuronas AgRP pueden influir en los atracones cuando beben en exceso.
Si bien aún no se ha estudiado, los investigadores también creen que la dopamina también podría verse afectada de manera similar, lo que contribuye a comer en exceso cuando se bebe alcohol. Y por esto tu cara se pone roja cuando bebes alcohol.
El hallazgo sugiere que cuanto más bebas, más hambre tendrás y más querrás comer. El consumo excesivo de alcohol se define como un patrón de comportamiento que aumenta la concentración de alcohol en la sangre por encima de 0,08 gramos por decilitro. Eso es alrededor de cuatro tragos para mujeres y cinco para hombres en un período de dos horas.
“Evita los atracones al beber si quieres evitar los atracones de comida”, dicen los autores del estudio, quienes también creen que puede haber un vínculo entre los atracones de bebida y la obesidad. “Los atracones de bebida y la obesidad generalmente se consideran dos problemas sociales separados, pero ¿por qué sucede esto en todo el mundo y qué nos hace hacer esto?” ellos preguntan.
“Es demasiado fácil creer que uno no puede conducir al otro y que esta correlación no involucra al cerebro de alguna manera”. Se están realizando más investigaciones, pero a partir de ahora, es una buena idea beber menos y hacer más ejercicio por muchas razones.
Tomado de rd.com Here’s Why Drinking Alcohol Can Make You Hungry
Descubre por qué no debes quedarte sentado más de lo necesario.
La salud neurológica es una preocupación creciente en todo el mundo, con un notable aumento…
El sueño es un proceso biológico fundamental para la salud física y mental. Cuando este…
Aunque puede ser difícil de describir, este síntoma suele ser la señal de que algo…
Un microbioma intestinal saludable podría ayudar a las personas con EII, pero ¿deberían los probióticos…
Aprende consejos prácticos y encuentra 15 ideas fáciles para mantenerte en el camino hacia una…
Esta web usa cookies.